La primera vez que Laura escuchó hablar de una de estas tiendas para comprar objetos de fiestas y cumpleaños, fue con tremendo misterio y casi le hicieron prometer que solo compartiría la información con una madre, así como ella, discreta y necesitada de objetos para hacer un agasajo especial.
Pensó primero que tan secreto lugar pertenecía a su amiga o era parte de una especie de conspiración familiar. Más tarde descubrió que la verdad era mucho más sencilla. Ella, al igual que su colega, protegería este y otros sitios similares pues le permite satisfacer una de las más nobles aspiraciones de toda madre: celebrarle a su bebé un cumple a la altura, o lo más cerca posible, de su amor por él. Sueño, que dicho sea de paso, es imposible satisfacer con las ofertas de las tiendas estatales.
“Me dijeron que fuera a una dirección y preguntara por una persona. Así lo hice. Ella no estaba, pero me atendió su hija. Me pasó por un pasillo estrecho que daba acceso a un pequeño cuarto. Era un espacio preparado como una especie de “showroom”, y ahí habían muchas cosas para fiestas y cumpleaños. Compré algunas cosas pues buscaba objetos de cumpleaños para la fiesta de mi hijo, pero quería cosas con la imagen de Ben 10, y no había, sin embargo, es maravilla lo que tienen ahí. La muchacha me dijo que por favor fuera discreta, que lugares así como este son para todas las madres que como yo queremos hacer felices a nuestros hijos, pero que era ilegal las cosas que vendían y por tanto había que ser cuidadoso”.
Esta es solo una de estas tiendas que hoy prosperan en la ciudad de Santiago de Cuba, donde satisfacen la creciente demanda de hacer cumpleaños temáticos, necesidad que no encuentra solución en el sistema estatal de establecimientos, donde venden, en el mejor de los casos, objetos genéricos… cuando logras encontrarlos, y no a precios mucho más bajos.
Platicos, servilletas, vasos, velas y bolsas de regalo, todos personajes de animados, piñatas también personalizadas, carteles de “Feliz Cumpleaños”, manteles y objetos inflables con el dibujo de preferencia, confeti, juegos de yaquis, espanta suegras… son algunos de los productos que comercializan estas tiendas clandestinas, que se arriesgan a ser decomisadas pues solo se autoriza, en la actualidad, vender aquellas producciones que sean manufacturas y no importadas.
“Los precios no son más baratos que en las tiendas estatales, porque una piñata por ejemplo cuesta 10 CUC, los juegos de yaquis se venden a 50 centavos y los espanta suegras a 2.50 la docena. Sin embargo, siempre tiene objetos para fiesta, quizás no el que necesita, pero sí una amplia oferta. En las tiendas del Estado posiblemente haya más oferta, pero solo si te empatas con ella. Yo llevo meses visitando las tiendas y no hay nunca variedad. Una sola vez, hace un par de años, pude comprar casi todo, pero es una vez en siete años de vida de mi bebé”, comenta Laura.
Otro detalle que no menciona Laura y que hacen de estos sitios los preferidos por los padres, es que a diferencia de los establecimientos estatales, que venden objetos genéricos, aquí sí conocen bien el mercado y apuestan por lo “temático”: Ben 10, Princesa Sofía, Bob el constructor, Jake y los piratas, Rayo McQueen, entre otros, son los personajes más buscados.
“Y lo otro, me ofrecieron traerme de afuera lo que quisiera con el personaje de Ben 10, claro como es un encargo tiene un precio mayor, pero me dan la opción. No la usé porque estoy a contra reloj y ellos supongo que tienen que buscar quien traiga los objetos, etc. pero la opción existe. ¿Cómo lo entran, o cómo evaden la aduana? Ni idea, tampoco me importa” explica Laura y añade “y se ve que es un negocio que prospera pues también te hacen ofertas, tú le dices el presupuesto que tienes y ellos te organizan un paquete temático, por ejemplo, con la Princesa Sofía te ofrecen manteles, vasos, servilletas, una piñata decorada, etc.”.
De forma habitual y solapada, quienes venden piñatas y otras manufacturas, también comercializan globos y otros objetos para fiestas y cumpleaños. Sin embargo, ahora con estas tiendas clandestinas que Laura asegura conocer personalmente o de mención al menos cinco, este tipo de negocio alcanza otro nivel, y es una derivación directa de los viajes que realizan las mulas cubanas a varios países, de donde no solo importan ropa a Cuba , queratina o algunos equipos electrónicos. Es una evidente diversificación del fenómeno.
“Solo lamento que no vendan cosas de muñequitos cubanos. Pero tampoco es extraño, si ahora mismo todos los dibujos animados que ve mi hijo y sus amiguitos son extranjeros, y no siempre es culpa del paquete, porque en multivisión, por ejemplo, que dan muñequitos los cinco días de la semana, solo uno se dedica a los cubanos, ¿entonces?”, sentencia.
Aunque las tiendas clandestinas ahora mismo prosperan en Santiago de Cuba con objetos de cumpleaños y fiestas, lejos están de ser una opción al alcance del bolsillo de lo que se dice una persona “de a pie”, o lo que es lo mismo, que viva modestamente de su salario. Por arribita, quien decida hacer una de estas fiestas temáticas dedicadas a un personaje preferido, como Ben 10, por lo bajito se gasta 150 dólares entre cake, servilletas, vasos, etc.
Sin embargo, quienes quieren tener el placer y la dignidad de organizarle una fiesta a su hijo, deben acudir, casi obligatoriamente, a las opciones privadas porque en el Estado, encontrar algo, que no es ni de casualidad lo que uno desea, es bastante difícil.
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