La cubana Idalys Ortiz se alzó con la medalla de oro en 78 kg en el Grand Slam de Judo organizado Osaka, torneo que fue dominado casi en su totalidad por los locales japoneses y donde Cuba ocupó el cuarto lugar.
La campeona olímpica venció precisamente a la anfitriona Akira Sone por la medalla de oro, gracias a tres penalizaciones cantadas a la derrotada, quien antes, en semifinales, había vencido a la campeona mundial vigente, su coterránea Sarah Asahina.
La cubana, quien ganó plata en el Mundial anterior tras caer entonces ante Asahina, salió invicta en el Grand Slam, con rápidos éxitos por Ippon en sus tres peleas previas a la final, ante las japonesas Maya Akiba y Nami Inamori, y la taiwanesa Jia Wen Tsai.
En la jornada, la también cubana Kaliema Antomarchi obtuvo la medalla de bronce en 78 kg. Tras vencer por Ippon a la sudcoreana Hyunji Yoon y la austríaca Bernadette Graf, Kaliema cayó por la misma vía ante la japonesa Ruyka Sato en semifinales. En repesca, dominó a la ecuatoriana Vanessa Chala, también por Ippon, para llevarse el metal de bronce.
El oro de Idalys fue el único conquistado por Cuba en el certamen, y uno de los tres que se le escaparon a Japón, que arrasó en ambos sexos con total de 11 coronas, 8 platas y 16 bronces.
Gracias a este título, Cuba finalizó en cuarto lugar entre 71 países participantes, por detrás de Canadá y Holanda, que sumaron un oro y una plata cada uno.
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