El Gobierno de Vladimir Putin dio a conocer sus planes para establecer la primera base militar en el Caribe desde los tiempos de la Guerra Fría. En esta ocasión Cuba no será la sede, sino Venezuela, según informara el diario ruso Nezavisimaya Gazeta.
Reportes de medios rusos anuncian que la decisión fue tomada con el apoyo del gobierno de Nicolás Maduro. La base estará consolidada en la isla de La Orchila, ubicada a 200 kilómetros al noreste de Caracas, lo cual permitirá el despliegue de aviones estratégicos en el país centroamericano.
El pasado 6 de diciembre, ya se podían ver los dos bombarderos supersónicos TU-160 rusos, conocidos como "cisnes blancos" en el aeropuerto de Maiquetía, cerca de Caracas. Los aviones recorrieron más de 10 mil kilómetros en una demostración simbólica de apoyo al régimen de Maduro.
Esto no fue tomado a la ligera por parte del gobierno de Estados Unidos quienes criticaron la operación, a través de su secretario de Estado, Mike Pompeo.
“Los rusos y los venezolanos deberían ver esto por lo que es: dos gobiernos corruptos malgastando fondos públicos, y reprimiendo la libertad y la libertad mientras su gente sufre”, comentó en su cuenta de Twitter.
El establecimiento de la base La Orchila es el resultado de un estudio estratégico por parte de Rusia que durante una década buscaba renovar su presencia militar en el Caribe.
Según informaron representantes de ambas naciones, esta alianza militar será de máximo provecho para los países. Para Rusia se traduce en un alto ahorro monetario, ya que sus bombarderos “no solo no tendrán que regresar a Rusia todas las veces, sino que también no realizarán reabastecimiento aéreo en una misión de patrulla en las Américas”, aseguró el Coronel Shamil Gareyev.
Y para el gobierno de Maduro es una oportunidad de exhibir su “política militar independiente” ante Estados Unidos. Trump en reiteradas osaciones ha mencionado la intervensión militar en Venezuela como una forma de poner fin a la crisis económica y política que enfrenta el país.
“Estamos claramente ayudando al gobierno venezolano a mantenerse a flote”, aseguró Emil Dabagyan, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias de Rusia.
Al presidente Putin le es imprescindible que Maduro se mantenga en el poder, al beneficiarse de la exportación petrolera del país latinoamericano. Además, constituye una muestra de poder ante la administración Trump, donde Venezuela es solo un peón.
"La llegada de los bombarderos estratégicos Tu-160 de Rusia a América Central es una especie de señal para que Trump se de cuenta, que si abandona los tratados de desarme nuclear, tendría un efecto boomerang", afirmó el Coronel Eduard Rodyukov
Esto es solo el comienzo de la preparación militar en Venezuela. Se pronostica que dentro de poco tiempo llegarán dos o tres naves destructoras furtivas de nueva generación, desde Irán. Maduro a triplicado el número de la milicia bolivariana - ahora cuenta con 1.6 millones de miembros-. Todo ello, con el objetivo de "defender" el territorio nacional de posibles agresiones externas por parte de Estados Unidos, Colombia y Brasil.
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