Pascal Ouellet, propietario de Ferdeck, una compañía dedicada a la reparación automotriz, ha invitado a sus diez empleados a pasar una semana en Cuba, del 30 de diciembre al 6 de enero.
Ouellet tiene 38 años, hace dos que se hizo cargo de la empresa familiar y no considera el regalo de un viaje a Cuba para sus empleados como un “gasto”, sino como “una inversión”, que busca fortalecer el sentido de pertenencia y compartir el éxito financiero de su negocio con quienes lo llevan adelante.
El hombre, que invitó a todo su equipo a un juego de los Montreal Canadiens el pasado año, declaró a un medio local canadiense que ya tenía la idea del viaje a Cuba en mente desde hace tiempo, y que cuando se la comentó a sus empleados estos se mostraron muy complacidos.
Pascal Ouellet ha precisado que cuando contrata a alguien busca más "la actitud que las habilidades", y cree, además, que el futuro de los negocios reside en la gestión de los recursos humanos.
"No he perdido a un empleado en mucho tiempo", subraya Ouellet, quien no ha precisado a qué parte de la Isla viajará junto a sus empleados, aunque la modalidad de sol y playa es la más habitual entre los canadienses que visitan la Isla.
Es la segunda vez, en pocos días, que es noticia que un empresario canadiense escoge Cuba como destino de un viaje de empresa.
Hace poco menos de una semana se supo el caso de Nicolas Delrieu, dueño de un restaurante en Montreal, quien le pagó a sus trabajadores vacaciones en Cuba.
Delrieu se llevará a 25 de sus empleados a la Isla en enero de 2019 durante cuatro días a un hotel de modalidad "todo incluido", a disfrutar de las playas y del sol del Caribe.
Pese a un descenso del número de visitantes canadienses a Cuba en el último año, Canadá se mantiene como el principal emisor de turistas a la Isla.
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