En una reciente encuesta realizada por la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés) el 51 % de los entrevistados apoya que se mantenga el embargo a Cuba y un 49 % de los cubanoamericanos de Miami, "nacidos fuera de la Isla", está a favor del fin del embargo económico. Lo significativo es que hace dos años el porcentaje de quienes se oponían al embargo era del 63 %, y esa cifra ha disminuido.
No obstante, esa misma encuesta ―que ha examinado cómo ven los cubano-americanos del condado Miami-Dade las actuales relaciones entre ambos países― ha revelado que más del 80 % "cree que el embargo no ha funcionado” y en ese aspecto se apreciaría un "consenso general entre todas las edades y grupos".
Uno de los responsables del sondeo, que fue realizado entre el 14 de noviembre y el 1 de diciembre de 2018, considera que uno de los aspectos llamativos es la "división drástica" entre los cubanos llegados a partir de los años 80 y los nacidos fuera de la Isla, de una parte y la llamada "vieja guardia", de otra, tomando como tales a los arribados antes de 1979.
"Todos los nacidos fuera de la Isla y los recién llegados apoyan una relación de Cuba y Estados Unidos más constante, permanente", afirmó en declaraciones a la agencia Efe Guillermo Grenier, quien es profesor y presidente del Departamento de Estudios Socioculturales y Global de la FIU.
Se trata de un fenómeno sociológico impensable antes de la década de los años 80, resaltó el académico.
La encuesta también reveló que los votantes inscritos como independientes o incluso como demócratas "tienden a comportarse como republicanos" en en el caso de las elecciones de mitad de mandato, como como las celebradas el pasado 6 de noviembre.
En esos comicios, un 57 % de los electores independientes votó por candidatos cubanoamericanos republicanos, mientras que el 11 % de los demócratas siguió también esa tendencia.
Si se tiene en cuenta solo a los cubanoamericanos "no nacidos en Cuba" hubo un empate técnico en las elecciones de noviembre pasado: el 51 % votó por DeSantis y un 48 % lo hizo por Gillum.
Lo mismo pasa en la elección de un puesto en el Senado: el 50 % votó por el republicano Rick Scott, quien resultó vencedor en la contienda, y el mismo porcentaje a favor del demócrata Bill Nelson.
El estudio también destaca que el "optimismo" detectado en 2016 en relación con posibles cambios políticos en la Isla "se ha derrumbado", al tiempo que ha crecido el porcentaje de los que creen que el "horizonte de cambios políticos sustanciales" debe fijarse en un período de dos a cinco años.
A la pregunta de si se debería permitir a las compañías norteamericanas "hacer negocios y expandir estos o mantenerlos" en Cuba, un 46 % se mostró favorable a una expansión, mientras que un 32 % se opuso y otro 22 % es partidario de que esas actividades se mantengan tal como están ahora.
En este último caso, los nacidos fuera de Cuba apoyan mayoritariamente (60 %) que se expandan las relaciones comerciales con la Isla.
En lo que respecta al fin de "pies secos/pies mojados", el 52 % se mostró de acuerdo con su eliminación, frente al 41 % que no está de acuerdo.
En opinión de los autores del estudio, el sondeo ha revelado a una comunidad que está dividida en lo relativo a la forma en que se debe relacionar Estados Unidos con Cuba.
Una "amplia mayoría de los recién llegados" (desde 1995 hasta nuestros días), así como la segunda y tercera generación de cubano-estadounidenses, "respalda las políticas de compromiso" hacia ese país.
La encuesta fue realizada a partir de una entrevista telefónica a 1.001 cubanoamericanos del condado de Miami-Dade, de los cuales un 54 % afirmó ser votante republicano, un 19 % demócrata y un 26 % independiente.
Puedes consultar la encuesta en el siguiente enlace.
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