Que José Mourinho tiene imán para los cintillos noticiosos, ya se sabe. Que casi siempre es el villano de las películas, también. Lo que nadie conoce es hasta dónde van a llegar sus desafueros.
Y es que el hombre que se autodenominó The Special One acaba de ser condenado en España a un año de prisión (que no cumplirá) y una multa de dos millones de euros.
¿La razón? Durante su aciaga y breve etapa al frente del Real Madrid, el técnico portugués había ocultado 3.3 millones, un delito que ahora admitió ante la Audiencia Provincial de la capital española.
“Con ánimo de obtener un beneficio fiscal ilícito, el acusado presentó en plazo las declaraciones del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) de los ejercicios 2011 y 2012 sin declarar cantidad alguna procedente de los derechos de imagen”, reza en el acuerdo sellado entre el controvertido luso y el ministerio público.
Mourinho, quien fue despedido recientemente como entrenador del Manchester United, extiende así una cadena de casos similares donde se vieron envueltos los mejores futbolistas del mundo a día de hoy, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
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