Puede que haya sido el peor día de la vida de la camagüeyana Juana María Hernández Morfa. El pasado 4 de diciembre viajó a La Habana para coger un avión que la llevaría de misión a Guatemala como profesional de la Salud.
Al llegar a la capital cubana le informaron que su viaje quedaba suspendido. No le quedó otra que regresar por donde había venido. Subió a las 9:00 p.m. a una guagua Transtur, que puso el Ministerio de Salud para repartir a los 'colaboradores' por todo el país, pero al llegar a Camagüey, en la primera parada que hizo el ómnibus, se dio cuenta de que su maleta había desaparecido.
Juana María se dirigió a la tripulación de la guagua, que era de Matanzas, y el chofer le dio una explicación inaudita. Según le dijo, el maletero se había abierto por el camino, con tan mala suerte que la única maleta que se había caído era la suya.
Ella no podía creer lo que estaba escuchando porque el maletero "estaba perfectamente cerrado".
Juana María puso una denuncia en la estación de Policía del reparto Julio Antonio Mella de Camagüey, pero casi dos meses después no ha vuelto a saber nada ni de su maleta ni de la investigación.
Ella continúa esperando que le avisen de la fecha de partida a la misión, pero se pregunta con qué equipaje viajará y con qué ropa. Lo mejorcito que tenía lo llevaba en la maleta desaparecida.
Para intentar encontrar una solución a su problema, Juana María escribió a la sección Acuse de Recibo del diario Juventud Rebelde: "¿Quién responde en Transtur por la pérdida de mi equipaje? ¿Es cierto que se abrió el maletero y solo se cayó mi maleta? ¿Cómo, al llegar a Camagüey, el maletero estaba perfectamente cerrado?", se pregunta la afectada.
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