El semanario británico The Economist ha criticado el uso que el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y sus ministros hacen de las redes sociales.
Señala la publicación que el mandatario ordenó a los departamentos gubernamentales y a sus dirigentes que se hicieran más visibles, después de que él mismo se creara una cuenta en Twitter, en “un intento de hacer que la dictadura cubana parezca más responsable ante su pueblo”.
Pero luego de que el gobierno anunciara (también por un tuit) que en la nueva Constitución se eliminaría la disposición que abría las puertas al matrimonio homosexual, muchos cubanos a favor de los derechos de la comunidad LGTBI declararon públicamente su intención de votar negativamente en el referendo, usando el hashtag YoVotoNo en la citada red social.
El matrimonio gay fue el punto de partida. Sin embargo, tal y como reconoce el semanario británico, el hashtag se volvió extremadamente popular, y se extendió para incluir otras demandas.
El régimen, por su parte, ha respondido con su YoVotoSí en una fuerte campaña en los medios de comunicación, y el cartel con la frase ha sido pegado “en autobuses, tiendas de comestibles estatales y heladerías”.
“Los gobernantes de Cuba han aprendido a twittear, pero no han olvidado cómo callar a la gente”, concluye The Economist, que denuncia que quienes han manifestado su intención de votar No, han sido detenidos y golpeados por la policía.
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