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Las notas del Madrid-Barcelona

El Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si del Clásico.

Ahora mismo, Dembelé es vital. © FC Barcelona/Twitter.
Ahora mismo, Dembelé es vital. Foto © FC Barcelona/Twitter.

Este artículo es de hace 5 años

DO Seamos justos: el score no responde a lo vivido sobre el campo. Los locales mayorearon en el período inicial hasta el punto de que la visita se olvidó del abordaje y debió atrincherarse frente al arco. Vinicius no acertó, Benzema se comió un gol, y en la segunda parte Ter Stegen rubricó una obra maestra al rechazar el testarazo de Sergio Reguilón. Sufridor, el Barcelona aguantó como pudo hasta que Dembelé se alió con Lucho Suárez para desatascar la máquina, y ello abrió la rendija por la que se coló la muerte en el Madrid.

RE Visto lo visto, Philipe Coutinho no tardará en salir en busca de aires más propicios que los de la Ciudad Condal. El peso de Ousmane Dembelé en el ataque catalán es cada vez mayor, especialmente en esos días –como ayer- donde Messi deja la chistera en su residencia de Castelldefels. En la versión que ofrece hoy, el francés desequilibra como nadie, abruma como pocos y puede aparecer rompiendo pelvis en cualquier tramo del campo. A menos que se lesione o sea abducido, Valverde no volverá a excluirlo de la convocatoria para ningún choque importante. Y será titular.

MI La afición madridista le ha caído en pandilla a Vinicius. Alguien debe pagar el varapalo, y dizque el brasileño echó por el tragante cuatro ocasiones claras. Aceptado por acertado: el muchacho apunta para El Morro y tira para La Cabaña. Trabaja con una mira primitiva, y obviamente harán falta muchas horas de training para corregir el handicap. Pero vamos, el cuasi adolescente fue de largo el mejor de un grupo lleno de hombres curtidos, sembrando un trillo de terror por el costado izquierdo de su equipo. Digo más: digo que el desbordante descaro de Vinicius representa la única buena noticia aportada por el languideciente Real Madrid de esta campaña.

FA Mi amigo sabe menos de fútbol que del aparato digestivo de los koalas. Lleva años denostando a Luis Suárez, sabrá Dios con cuáles argumentos que jamás me ha importado conocer. Y un buen día, ni idea de por qué, se le ocurrió tildar de ‘porterito’ a Ter Stegen. Mi amigo, ya lo dije, lee el fútbol en sánscrito, y ahora me lo imagino con la cabeza metida en algún cubo. Si le cabe.

SOL Los pitagóricos, que hablaban de la historia cíclica, se habrían sentido respaldados en la noche madrileña de este miércoles. En la décima jornada de La Liga, un problema muscular forzó la ausencia de Leo Messi a la altura del primer Clásico del curso, y aun así el Barcelona le endosó un 5-1 abrumador al club merengue con hat-trick incluido de Suárez. Hace unas horas, casi sin colaboración del argentino, los culés repitieron el golpe de la mano del charrúa, ahora doblemente doloroso porque significó naufragio y fin de sueño en el mismísimo Santiago Bernabéu. El penal de Panenka sintetiza la vergüenza de la legión de Concha Espina.

LA Con la liga casi perdida y defenestrado en la Copa del Rey, al Real Madrid le quedan solo dos misiones en la temporada. Una, tan inmediata como el próximo sábado, lavar la afrenta a costa del mismo contrincante que lo acaba de humillar ante su gente. La otra, a mediano plazo, salvar el año con la conquista de la Champions, el torneo que mejor se le ha dado a la generación de los Ramos, Marcelo, Modric, Benzema... En la otra acera, con el campeonato de casa encarrilado y el pasaje a la final copera en el bolsillo, el Barça del Txingurri tratará de repetir los tripletes alcanzados a las órdenes de Guardiola y Luis Enrique.

SI A veces, de tan táctico, el fútbol se atraganta. Pierde el brillo porque se traba al respetar el argumento, y en su caída arrastra a la belleza, que –mil veces más que el resultado- es el alfa y omega de este juego. Justo entonces es que uno agradece que existan los distintos, los desparpajados, los que tratan de escribir el poema en la misma cuartilla que el resto se limita al garabato matemático. Por eso, por evitarme la herejía de dormirme con un Clásico, le doy gracias a Dembelé y Vinicius.

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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