Un nuevo examen boxístico tendrá este sábado 2 de marzo el cubano Luis Ortiz (30-1, 26 nocauts), cuando enfrente al rumano Christian Hammer (24-5, 14) en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York.
“King Kong” saldrá por enésima vez como el favorito en una pelea, sin embargo, más allá del resultado, el pensamiento estará en qué vendrá después para un hombre que se mantiene como el buen vino sobre el ensogado, muy a pesar del paso del tiempo. Y digo más allá del cierre de la pugna, porque el talento del cubano supera ampliamente todo lo mostrado por el europeo en sus 24 presentaciones profesionales anteriores.
A sus 39 años, el camagüeyano sigue soñando y soñando y no pierde tiempo en amilanarse cuando algunos de los mejores superpesados del planeta lo miran de reojo y olvidan el nivel que ha mostrado en los últimos años, aunque con algunos detalles que han manchado su carrera.
En este punto, existen quienes no olvidan la cercanía del cubano con las sustancias prohibidas y las sanciones que les fueron impuestas. Pero otros recuerdan aquel asalto en que Ortiz casi derrumba un muro llamado Deontay Wilder, quien, a la postre, lo derribó en el último asalto.
Ortiz anhela la revancha ante Wilder; Ortiz desea enfrentar a Anthony Joshua; Ortiz suspira por una faja mundial; pero, para ello, Ortiz deberá solventar exitosamente la oposición de Hammer, quien viene de vencer por KO a Michael Wallisch.
Será un sábado movidito para el boxeo cubano, pues en esa misma cartelera se presentará Erislandy Lara contra el invicto argentino Brian Castaño, por el título de las 154 libras de la Asociación Mundial de Boxeo.
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