“Vamos a Los Ángeles y tenemos que estar preparados para vencer a mis viejos compañeros de equipo”.
Siempre diáfano, Yasiel Puig no se ha escondido para revelar su principal objetivo en la serie que desde hoy enfrentará a los Rojos con los Dodgers, el equipo donde Caballo Loco se dio a conocer al universo beisbolero.
Después de vivir seis temporadas (y dos Series Mundiales) en el clubhouse de Chavez Ravine, el outfielder regresa ahora a una ciudad donde despertó pasiones encontradas con la mezcla de su calidad deportiva y un temperamento censurado por su explosividad.
Menospreciado en California por el manager Dave Roberts –quien no le concedió un puesto fijo en sus alineaciones-, Puig dispone ahora de una oportunidad dorada para tomarse la revancha.
Llegado a los Rojos en diciembre pasado como consecuencia de un canje de siete jugadores que incluyó a Matt Kemp y Alex Wood, su comienzo de campaña ha sido sumamente lento, pues luego de 14 desafíos apenas exhibe una línea ofensiva de .163/.200/.302 con un cuadrangular y solo seis remolques pese a ser colocado invariablemente en la medular del line up de Cincinnati.
¿Podrá tomar desquite el volcánico cienfueguero? A medianoche lo sabremos. Tan solo le adelanto que en el box de los Dodgers estará Clayton Kershaw.
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