También se cayó Judge: ¡Un babalawo para los Yanquis, por favor!

Éramos pocos y parió Catana...

Alguna expresión equivalente a esa debió pasarle por la cabeza al atribulado Aaron Boone, manager de un hospitalito llamado Yanquis de Nueva York, cuando su jugador estrella pasó hace unas horas a engrosar la dilatada lista de inhabilitados del equipo.

Me refiero, por supuesto, a Aaron Judge. En la sexta entrada del partido de anoche contra los Reales, el slugger conectó un imparable –antes había firmado su quinto cuadrangular del curso- y llegó al primer saco sin poder ocultar las muestras de dolor. Poco después debió salir de juego, y se comunicó que sería objeto de una resonancia magnética para determinar la magnitud del daño en el oblicuo izquierdo.

Definitivamente, los Mulos la están pasando horrible. Una tras otra, sus principales piezas caen en una especie de ‘efecto dominó’, víctimas de dolencias de toda índole, y el cuerpo técnico tiene que seguir inventando maravillas para mantener a la novena en la pelea. Casi que milagrosamente, ahora mismo los Yanquis ocupan la segunda plaza en su división de la Liga Americana con promedio de .500. “Only in New York”, dirían sus partidarios.

Parecieran estar siendo afectados por una fuerza adversa. Antes del Juez ya habían perdido a otros bateadores importantes como su impresionante novato del año pasado, Miguel Andújar; así como un cuarteto de titulares integrado por el receptor Gary Sánchez, el torpedero Didi Gregorius y los outfielders Giancarlo Stanton y Aaron Hicks. Todos ellos, sin excepción, con la capacidad de pegar treinta cuadrangulares en una temporada.

Las bajas, sin embargo, no paran ahí. El as de la rotación, Luis Severino, no ha podido encaramarse aún al box; ni tampoco el preparador Dellin Betances. ¿Y qué hay del inicialista Greg Bird? Lesionado. ¿Y el lanzador Jordan Montgomery? Lo mismo, al igual que los veteranos Jacoby Ellsbury y Troy Tulowitzki, quien había llegado precisamente para llenar la vacante del operado Gregorius.

El panorama es harto complicado y ya pocos auguran la posibilidad de romper el record colectivo de jonrones impuesto en 2018, cuando los neoyorquinos dispararon 267 batazos más allá de los límites del parque. Pero ese sería el mal menor para un equipo conformado con vistas a regresar a la Gran Manzana un triunfo que allí no disfrutan desde el año 2009.

Por lo pronto, se calcula que Stanton y Sánchez puedan volver al line up a fines de este mes, mientras Andújar, Hicks y Judge lo harían a comienzos de mayo. Ello, claro, si el hechizo no se sigue cebando en estos Yanquis que hace rato debieron pensar en darse una vueltecita por Guanabacoa.