El fallecimiento el pasado sábado de tres personas en el rompeolas del canal Government Cut ha vuelto a reactivar las peticiones de mejoras de seguridad en el embarcadero, donde perdió la vida en el 2016 el lanzador cubano de los Miami Marlins, José Fernández.
“Es un área de riesgo y eso ya ha sucedido muchas veces”, dijo Eduardo Barreto, de Sea Tow Key Biscayne, en un reporte del canal de televisión Local 10. Este capitán puertorriqueño, con más de 20 años de experiencia navegando, se ha sumado a las voces que reclaman adición de luces y otras ayudas para alertar a los navegantes.
El también empresario dijo a la televisión local que "podrías estar navegando allí, pensando que estás lejos de las rocas, pero no" en referencia a la falta de percepción de riesgo que muchos tienen cuando se encuentran en sus embarcaciones por tan peligrosa zona.
"Si no tienes el equipo adecuado, si no tienes experiencia en navegar por el área, definitivamente es un área en la que debes ser muy, extremadamente cuidadoso".
En el accidente del sábado perdieron la vida Christopher Colgan, de 56 años, y su esposa Elisaine Colgan, de 39 años, ambos de Pompano Beach, junto con su amiga, Jennifer Cadavid, de 28 años, de Fort Lauderdale, reseña la tele emisora en su página web.
Un cuarto pasajero, Troy Forte, de 37 años, de Juno Beach, fue rescatado del agua y luego de ser llevado al hospital fue reportado en estado crítico.
Aunque la investigación sobre la causa del accidente acaba de comenzar, la noticia conmocionó a la comunidad de Miami Beach, sobre todo, porque repite una historia con un final trágico que pudo evitarse de contar con medidas de seguridad más efectivas.
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