El púgil inglés Anthony Oluwafemi Olaseni Joshua venció al cubano Erislandy Savón en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Delante de su público, el ahora ex campeón mundial superpesado se llevó un veredicto polémico (17-16), pues no pocos especialistas y fanáticos vieron vencer al sobrino del mítico Félix Savón, hoy encarcelado.
Tras ese combate, Joshua, dueño de un somatotipo digno de escultura, nunca más ha medido fuerzas con el talento boxístico de la Mayor de las Antillas. Cerca estuvo de enfrentarse al camagüeyano Luis Ortiz, sin embargo, los diálogos no llegaron a puerto seguro y la pelea naufragó.
Después de la negativa del equipo de “King Kong”, la promotora que rige los destinos del británico manejó con premisa varios nombres hasta que se decantó por el mexicano Andy Ruiz, la antítesis física de Joshua.
La historia se conoce: Andy superó a Anthony en el Madison Square Garden en, tal vez, la mayor sorpresa del boxeo profesional en este siglo XXI.
Pero de alguna manera, la Escuela Cubana de Boxeo y los entornos del pugilismo antillano tuvieron que ver en la victoria del “Gordito” que sería incapaz de tumbar a una mole de hierro, a ese Joshua de fuerza brutal, técnica exquisita y asimilación de Aquiles.
El pasado de Andy Ruiz
Detrás del llamativo, exquisito y letal éxito del mexicano está la sapiencia del conocimiento cubano. El ahora monarca superpesado de la OMB, AMB y FIB tuvo como entrenador en su etapa amateur al licenciado cubano Leonardo Ferrer Vera, quien moldeó su talento durante varios años en Mexicali, capital del estado de Baja California.
Ferrer Vera guió a Ruiz en sus principales competencias antes de dar el salto al profesionalismo en el año 2009. Bajo la tutela del antillano, el pugilista tuvo récord de 105 victorias y apenas cinco derrotas, si bien el trabajo no fructificó del todo, cuando no lograron la clasificación olímpica camino a Beijing 2008.
Precisamente, ese fue uno de los detalles que hizo que Ruiz debutara en el boxeo rentado unos meses después, siendo el peso completo mexicano más dominante en la llamada Olimpiada Nacional de México.
Ferrer culminó su misión deportiva en el año 2009, regresó a su país y tras la investigación de CiberCuba se pudo conocer que fue asesinado por una puñalada en Cuba.
El presente de Andy Ruiz
Andy Ruiz destrozó literalmente las apuestas y las predicciones de la mayoría en el Madison Square Garden de Nueva York. Pocos pensaban que el azteca iba a tener el 1 de junio de 2019 la oportunidad de ir no por una, sino por tres fajas mundiales. Y si alguien tuvo que ver en obtener ese chance, ese es el promotor cubano Luis de Cubas Jr.
El hombre de negocios resultó vital para que Andy y Anthony estuvieran sobre el mismo ensogado. Premier Boxing Champions manejó de manera aceptada las conversaciones y sus miembros aceptaron la pelea, conscientes de que era posible la sorpresa. Luis de Cubas Jr. confió en la calidad del “gordito” mexicano y este le hizo quedar bien ante la atónita mirada del mundillo del boxeo.
De alguna forma, Leonardo Ferrer y sus horas de trabajo en Mexicali, y Luis de Cubas Jr. y sus movimientos estratégicos y ese fino olfato para colocar el dardo justo en el centro de la diana, devienen en revancha de aquella inquietante victoria que Joshua obtuvo en Londres, la cual le abrió el camino para luego proclamarse rey olímpico.
Cuba y su boxeo también tienen su cuota de importancia en el desenlace más inesperado del pugilismo profesional en los últimos años.
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