La gran chapuza perpetrada en la emblemática acera de La Rampa, en La Habana, por obras de la Empresa Eléctrica sigue despertando incomodidad entre los cubanos.
Incluso una voz oficialista se ha pronunciado esta vez. El embajador de Cuba en Austria, Juan Antonio Fernández Palacios, se sumó a la alarma de los capitalinos por la destrucción salvaje del piso de granito que identifica esta legendaria avenida.
En su cuenta oficial de Twitter, comentó: “Esta no es La Habana que nos merecemos. Esto se llama chapucería de indolentes".
"Atención autoridades de mi Habana. Es La Rampa. Es una acera patrimonial”, agregó el funcionario.
En las fotos difundidas por el embajador cubano y en otras muchas que los capitalinos indignados han hecho circular se puede ver la indolencia con la cual los trabajos de la Empresa Eléctrica se llevaron por delante incluso las obras de la plástica que decoraban la acera y que son apreciadas por todo el que alguna vez haya caminado por allí.
Sin el menor cuidado o respeto por el diseño de la acera de La Rampa, los trabajadores y autoridades encargados de las reparaciones eléctricas de la zona, dejaron los rellenos de cemento donde antes estaban las pinturas de La Rampa.
También, se llevaron por delante buena parte del piso de granito y se puede ver cómo dejaron una larga franja de cemento en su lugar.
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