El gobernante Miguel Díaz-Canel ha responsabilizado del desabastecimiento de productos de primera necesidad que han sufrido los cubanos en 2019 a los empresarios estatales, informó la agencia estatal ACN.
En una reunión del Consejo de Ministros, el mandatario dijo que la actual escasez no se debió solamente a la falta de financiamiento, sino a la mentalidad importadora de los directivos, que “acomoda, quita responsabilidades y frena la iniciativa”.
Estas declaraciones están en la misma sintonía de su discurso de este martes en la clausura del VIII Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores, cuando por primera vez hizo referencia al “bloqueo interno”.
“La batalla económica consiste, por tanto, en generar una actitud más proactiva, inteligente y concreta de los dirigentes, convocados a impulsar —no trabando ni demorando— soluciones seguras y específicas; reforzar estructuras y equipos de dirección y gestión económica”, dijo en esa ocasión.
Como solución, las autoridades de la isla han anunciado que en 2020 el país entrará en una nueva etapa: la de la descentralización de la economía, poniendo fin así a casi seis décadas de verticalidad en sus planes económicos.
“Para ser efectiva esta medida, reclamada durante años, es necesario un cambio de mentalidad. Saltar al nuevo momento y saber que ya el Plan no llegará desde arriba. Se trata de una medida audaz y revolucionaria que exige objetividad, realismo y conciencia”, ha insistido Díaz-Canel.
El líder comunista ha reconocido “el alto nivel de endeudamiento, los insuficientes ingresos por exportaciones, las deudas por cobrar” así como “la corrupción y las ilegalidades” que lastran la economía nacional.
Ante sus ministros y expertos, ha reiterado su llamado a fortalecer la inversión extranjera directa, a aumentar las exportaciones y las inversiones que generan ingresos, y a organizar el sector privado, sin frenarlo.
El pasado 10 de mayo el gobierno anunció medidas para controlar la venta de productos alimenticios, de aseo y de higiene, a causa de la creciente escasez que atraviesa el país.
La crisis económica de la Isla se agravó en los últimos años, de la mano de la situación de su aliado estratégico Venezuela, lo que derivó en restricciones al consumo de combustible y energía por parte de entidades estatales.
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