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Deportistas y entrenadores cubanos cuestionan el cierre de la Sala Kid Chocolate para construir un hotel

De un día para otro tuvieron que mudarse a la Sala Ramón Fonts, donde no hay condiciones para todas las disciplinas.

Lo que queda de la Kid Chocolate © Trabajadores
Lo que queda de la Kid Chocolate Foto © Trabajadores

Este artículo es de hace 4 años

La Sala Polivalente Kid Chocolate de La Habana, que durante años sirvió para la formación de atletas y fue sede de competencias nacionales e internacionales de un gran número de disciplinas, hoy está totalmente en ruinas, en espera de ser transformada en un hotel.

El lugar, que tenía una capacidad de 3.840 asientos, muestra una apariencia lamentable con sus gradas, tabloncillos y demás áreas, totalmente destruidas.

(Foto: Trabajadores)

Un reportaje del semanario Trabajadores muestra el descontento de personal laboral y docente de la instalación, quienes aseguran que de un día para otro tuvieron que trasladarse a la Polivalente Ramón Fonst, sin que nadie les diera explicación alguna.

“Oficialmente me comunicaron en noviembre del 2018 que teníamos que irnos; pero el ‘ruido’ estaba hacía rato”, reveló Alexis Valdés Domech, quien lleva 46 años dedicados a la cultura física y cinco como director del local.

Lo que queda de las gradas. (Foto: Trabajadores)

Porfirio González, subdirector de eventos, relató que los propios trabajadores tuvieron que encargarse de desarmar las oficinas, el colchón de lucha y el de judo.

“En esa mudanza ayudó un camión de la provincia que vino dos o tres veces, pero no alcanzaba. Entonces tuvimos que resolver con gestiones propias. Todavía hay cosas de la SKC que no se han traído, porque nos cansamos de pagarlo de nuestro bolsillo y pedir favores”, denunció.

Lo que queda de las gradas. (Foto: Trabajadores)

Por su parte José Martínez Cedeño, máximo representante del deporte en la capital, declaró que él planteó varios argumentos para no perder la sala, pero la medida se venía estudiando desde hace tres años. El Estado quería construir allí un hotel porque “en el centro de la capital hay inversiones turísticas y no pega una instalación de este tipo”.

(Foto: Trabajadores)

El traslado hacia la Fonts no ha sido precisamente feliz. Se trata de una instalación que recibió dos inspecciones sanitarias en febrero y marzo, en las que se les prohibió celebrar eventos. Según su director, Isidro Paterson, “no hay condiciones para todos los deportes, aunque se han restablecido y ubicado la mayoría. Aquí no hay agua en ningún lugar y los arreglos se están haciendo desde el 2017”.

Lo que queda de las gradas. (Foto: Trabajadores)

La práctica de deportes ya se ha visto afectada. El traslado de los implementos terminó en marzo, gracias a la ayuda de los padres de los atletas. Hay algunas disciplinas que están entrenando sobre pisos de cemento.

(Foto: Trabajadores)

Fredie Herrera, entrenador del equipo Habana de futsal, lamentó que sus pupilos no tuvieron sede para jugar durante varios meses. Además, perdieron el tabloncillo que tenían en la Kid Chocolate, pues lo picaron con una motosierra y no tiene arreglo. Era el mejor que había en Cuba.

“Siempre hemos tenido campeonatos provinciales y se suspendió el torneo juvenil. Esta disciplina gusta mucho. Solo en mayo se nos buscó una opción para entrenar en la Fonst”, añadió.

Otras modalidades afectadas son el balonmano y el judo. Mientras los balonmanistas han perdido la sede de todos sus eventos y ahora su selección nacional debe practicar en el Cerro Pelado, en un tabloncillo con problemas, a los judocas les han asignado un lugar en la Fonst sin las mínimas condiciones y que se inunda si llueve.

“No tenemos pesas, el colchón está en el piso prácticamente y aunque se ha mejorado algo, todavía no es lo ideal”, denunció el judoca Joel Erasmo.

El entrenador Domech sufre cada vez que pasa por la calle Prado. “Vi nacer esa instalación porque fui el primer director del Complejo de Piscinas Baraguá. El sentido de pertenencia, la responsabilidad y el amor al deporte son las razones de mi vida. Siempre pensé que nos iban a dar un lugar o que se iba hacer otra sala polivalente, porque cada vez perdemos más instalaciones y la SKC trabajaba de lunes a lunes. Después del estadio Latinoamericano era la instalación que más recaudaba”, agregó.

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