El luchador cubano, Anthony Luis Echemendía Orduña ―quien hace un año abandonó el equipo nacional durante una preparación en Guatemala― se ha convertido en doble campeón nacional de lucha de Estados Unidos.
Aspira, además, a representar a ese país en los Juegos Olímpicos, según ha declarado a la prensa deportiva norteamericana.
"Gloria eterna para los guerreros de la vida, para los que se perdieron y encontraron su salida, para los que se levantan después de cada caída, gloria para el que cumplió lo que se propuso. La Gloria es para los que se lo merecen, no para los que lo piden", escribió en Facebook.
En los último días, Echemendía Orduña ha resumido en imágenes, en su perfil de Twitter, su historia desde que abandonó Cuba.
Echemendía Orduña arribó a Estados Unidos a través de la frontera con México. Antes ya había vivido en Petén, al norte de Guatemala y desde allí cruzó la frontera con Belice.
Luego atravesó México hasta llegar a El Paso (Texas), donde pidió asilo político. Después de pasar dos meses y 20 días detenido por Inmigración, recibió un parole y se fue a vivir con sus familiares en Nuevo México.
En Estados Unidos se ha unido al Programa de Atletas de Clase Mundial del Ejército (WCAP), el cual permite a los atletas de alto rendimiento servir en las Fuerzas Armadas mientras entrenan.
Natural de Cabaiguán (Sancti Spíritus), el joven obtuvo muchos éxitos en las categorías inferiores de su deporte en Cuba, donde ganó seis veces consecutivas el campeonato nacional de Cuba, la primera de ellas en Camagüey, en el año 2012.
El dominio que alcanzó en la Isla en su deporte fue tal que en siete años solo perdió una pelea. En el poblado de Guayos vivió sus primeros años y luego se trasladó con su familia a la cabecera municipal Cabaiguán.
Comenzó practicando Gimnástica, pero poco tiempo después, por influencia familiar, comenzó a practicar lucha libre, y su padre se convirtió en su entrenador.
El 10 de septiembre de este año, Echemendía Orduña cumplirá 20 años, y tiene la convicción de que dio el paso adecuado al irse de Cuba y de que le espera un prometedor futuro por el que luchar.
"El límite es el cielo", ha escrito en Twitter.
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