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Jorge Soler se convirtió en el cuarto cubano (y el primero desde 2002) en conseguir 40 jonrones en una temporada de Grandes Ligas, luego de sacudir un batacazo de 450 pies por todo el bosque izquierdo del Kauffman Stadium.
Ocurrió en el quinto episodio del encuentro entre sus Reales y los Tigres, y la víctima fue una cutter (91 mph) del derecho Edwin Jackson.
La vez anterior que un cubano había conseguido esta gesta fue hace 17 años, cuando Rafael Palmeiro la rubricó vistiendo la casaca de los Vigilantes. Palmeiro, además, lo hizo en 1998, 1999 y 2001.
Los otros hijos de la Mayor de las Antillas en botar más de 40 pelotas en un curso ligamayorista son José Canseco (1988, 1991 y 1998) y Tany Pérez (1970).
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