El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo el sábado que las acciones de Donald Trump van dirigidas a "ultrajar la dignidad de Cuba".
De esta forma valoró en Naciones Unidas las sanciones que el jueves impuso Washington al Primer Secretario del Partido Comunista de la Isla, Raúl Castro.
"Se trata de una acción sin efecto práctico dirigida a ultrajar la dignidad de Cuba y los sentimientos de nuestro pueblo", afirmó en referencia al anuncio que hizo el Departamento de Estado.
Básicamente, la sanción implica la negativa de visas a Castro y sus familiares para viajar a Estados Unidos. Otras sanciones que pudieran derivarse pudieran estar relacionadas con restricciones a operaciones financieras que la familia Castro pudiera realizar en conexión con bancos estadounidenses, pero la declaración no lo especificó.
"Son migajas electoreras destinadas a la extrema derecha cubano-americana", añadió en referencia a las elecciones presidenciales de 2020.
El diplomático cubano volvió a negar que Cuba tenga hasta 25 mil efectivos militares en Venezuela y negó las condiciones de esclavitud que sufren los médicos de la Isla en misiones. En este sentido dijo que los galenos de la Isla cooperan de forma "voluntaria" con los programas.
Unas declaraciones que contrastan con la declaración que ofrecieron médicos cubanos en Estados Unidos el pasado 26 de septiembre. En una conferencia de prensa organizada por el Departamento de Estado norteamericano, los profesionales sanitarios ofrecieron testimonios que evidencian acoso, intimidación y violación de sus derechos.
Sin embargo el canciller no hizo ninguna referencia a estos hechos y se limitó a criticar a Trump y al dirigente de Brasil, Jair Bolsonaro.
"El actual gobierno de los Estados Unidos, con eco brasileño, ataca los programas de cooperación médica internacional que Cuba comparte con decenas de países en desarrollo, dirigidos a las comunidades más necesitadas, basados en la disposición libremente voluntaria de cientos de miles de profesionales cubanos", afirmó.
Hay que recordar que una doctora cubana, identificada como Tatiana Carballo, explicó que ninguna de las misiones en las que participó fue voluntaria, y que todo se movía en ellas bajo un régimen militar. En concreto detalló que tenían prohibidas las salidas, las relaciones con los residentes locales y a cambio de su trabajo les pagaban un salario muy bajo, que ni siquiera percibían de forma íntegra.
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