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Sanciones de EE.UU. hacen que mercado cubano sea aún más difícil para empresas occidentales

La administración Trump ha sancionado a casi 200 empresas y hoteles cubanos, así como a cualquier empresa o buque involucrado en envíos del petróleo venezolano a la isla caribeña.

Un hotel Meliá en La Habana, imagen de referencia © CiberCuba
Un hotel Meliá en La Habana, imagen de referencia Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 4 años

LA HABANA, 9 oct (Reuters) - Las fuertes sanciones de Estados Unidos contra Cuba han llevado a bancos internacionales a evitar las transacciones que involucran a la isla, mientras potenciales inversores aplazan sus planes y empresas extranjeras que operan en el país consideran reestructurarse para reducir riesgos.

Hace solo unos años, firmas extranjeras miraban con interés la apertura de la economía cubana, atraídas por las reformas de mercado y una distensión emprendida por el expresidente estadounidense Barack Obama.

Sin embargo, dos decenas de ejecutivos, consultores y diplomáticos occidentales entrevistados por Reuters dijeron que el giro dado por el mandatario Donald Trump y el recrudecimiento del embargo de Washington han intoxicado el clima empresarial, en combinación con los problemas económicos locales.

Además del embargo de casi seis décadas, la administración Trump ha sancionado a casi 200 empresas y hoteles cubanos, así como a cualquier empresa o buque involucrado en envíos del petróleo venezolano a la isla caribeña.

En abril, Trump activó también el Título III de la Ley Helms-Burton de 1996, que permite a estadounidenses demandar a compañías que se benefician de las propiedades que fueron nacionalizadas o confiscadas tras la revolución cubana de 1959.

American Airlines, Melia Hotels International , Amazon Inc y el prestamista francés Societe Generale están entre las compañías que han sido objeto de demandas en virtud de la Helms-Burton.

"La situación es catastrófica, al menos para los países occidentales. No puedo hablar por Rusia o decir China", dijo un agregado comercial europeo, que pidió no ser identificado.

Muchos bancos occidentales han rechazado durante mucho tiempo los negocios relacionados con Cuba por temor a infringir las sanciones de Estados Unidos y enfrentar fuertes multas, así como por el mal historial crediticio del país.

Ahora, se ha conjugado la postura agresiva de Trump, las complicaciones por las nuevas sanciones y el miedo a ser demandado por la Ley Helms-Burton para disuadir a los pocos que quedan.

PostFinance, el último banco suizo en procesar transacciones relacionadas con Cuba, informó el mes pasado a sus clientes que ya no lo hará. Rinaldo Tibolla, portavoz del banco, dijo en un correo electrónico que PostFinance confiaba en una red de bancos corresponsales basada en fideicomisos, así como en el acceso a pagos en dólares estadounidenses.

"Existe el riesgo de que seamos excluidos de este acceso si se permite que continúen los pagos a Cuba, que pueden estar sujetos a sanciones de Estados Unidos", señaló.

Multibank de Panamá cerró este año numerosas cuentas relacionadas con Cuba y los bancos europeos están restringiendo los clientes asociados con Cuba a sus propios ciudadanos.

Empresarios y diplomáticos dijeron que los grandes bancos franceses, incluido Societe Generale, no quieren tener nada que ver con Cuba y algunos están suspendiendo los pagos a los pensionistas que viven en la isla caribeña.

Pero por primera vez en años, Cuba ha tenido problemas para financiar la próxima cosecha de azúcar. Varios proyectos de emprendimientos conjuntos, desde complejos de golf hasta energía alternativa, encuentran casi imposible obtener crédito privado, dijeron ejecutivos, diplomáticos y otras fuentes a Reuters.

"Las sanciones financieras son armas de destrucción masiva", dijo John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial de Estados Unidos y Cuba, que observa de cerca los vínculos entre Washington y La Habana.

No vale el riesgo

Cada vez que se presenta una demanda de la Helms-Burton o Washington sanciona a un banco por violar el embargo, las autoridades corporativas de pronto sostienen que los negocios con Cuba no valen la pena, según las fuentes.

Clientes de Canadá, Europa e incluso China todavía están interesados ​​en Cuba, dijo el abogado canadiense Gregory Biniowsky, que reside en La Habana y asesora a empresas extranjeras para el bufete Gowlings Consulting Inc.

"Lo que ha cambiado son sus cálculos a corto y mediano plazo, como en el caso de que dejemos de lado esto por ahora y sigamos con un patrón de espera al menos hasta noviembre de 2020", dijo.

Si bien las recientes sanciones de Washington han preocupado a muchos socios potenciales, las 200 empresas conjuntas existentes en Cuba y otros acuerdos con compañías extranjeras parecen mantenerse bien encaminadas.

Varias multinacionales como Nestlé, Unilever , Sheraton, Pernod-Ricard, Total y AB InBev tienen negocios en Cuba y ninguna ha dejado el país en respuesta a las sanciones de Estados Unidos.

(Reporte de Marc Frank; reporte adicional de Maya Nikolaeva en París y Eli Moreno en Panamá. Escrito por Nelson Acosta. Editado por Rodrigo Charme REUTERS NAB RCH/)

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