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Houston tiene un problema: se llama RISP

Un vistazo estadístico al bajón ofensivo de Houston.

Yordan Álvarez ha aportado muy poco. © Twitter / Houston Astros
Yordan Álvarez ha aportado muy poco. Foto © Twitter / Houston Astros

Este artículo es de hace 4 años

Los Astros oxigenaron anoche su ilusión de reconquistar el título de la Serie Mundial al batir a Washington ante el gentío de Nationals Park apelando al bateo oportuno, un recurso que les ha fallado persistentemente a lo largo de la postemporada 2019.

Lo creo firmemente. Más que en la vulnerabilidad mostrada por el pitcheo abridor, la causa de que una de las novenas más completas de todas las épocas haya sufrido tanto frente a Tampa, tenido que remontar ante los Yanquis y empezado con dos juegos abajo versus los Nacionales, hay que buscarla en la abrupta caída de su rendimiento a la ofensiva. Su eficacia en la estadística RISP (corredores en posición anotadora, por sus siglas en inglés), ha resultado lamentable.

De ser el mejor equipo de toda la MLB en average, porcentaje de embasado y slugging durante la campaña regular, Houston cambió luces por sombras y recaló en el triste panorama del recuadro que sigue.

Al descenso con el madero en ristre, inevitablemente, le siguió la depresión en materia de carreras anotadas.

La presión de la postemporada ha hecho estragos en el line up más integral del béisbol, dotado de tantas armas para exprimir al pitcher como para intimidarlo. Así, el equipo que menos se ponchó en este curso se trocó en carne de engaño, y el que más bases negoció cedió espacio en cuestiones de paciencia.

Por ese camino, desembarcamos en el indicador que referimos al comienzo de este análisis. El bateo con jugadores en posición de anotar –que a fin de cuentas es el que produce carreras y, por ende, gana juegos- ha sido la daga en el pecho de los campeones de 2017. Tome nota: cuando se ha visto en la situación de marras, la alineación de A.J. Hinch promedia en octubre para un espantoso .175 (97-17). Y ha dejado a miríadas de hombres en las bases (vea la columna LOB de la tabla), con el gran José Altuve como excepción de un slump colectivo que nadie previó hace unas semanas.

Sin embargo, en su estreno de anoche en el D.C., los Astros conectaron de 10-4 cuando alguno de sus compañeros llegó a la segunda o tercera almohadillas, y a la postre ganaron el partido. ¿Será éste el despertar de su línea de ataque en los play off?

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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