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El tardocastrismo haciendo de Compay Gato

El miedo corrompe la celebración oficial del tercer aniversario del fallecimiento de Fidel Castro Ruz.

Imagen referencial © Flickr / Creative Commons
Imagen referencial Foto © Flickr / Creative Commons

Este artículo es de hace 4 años

El G-2, que es una nomenclatura copiada del ejército norteamericano, aguó el luto oficial por el tercer aniversario de la muerte de Fidel Castro Ruz, confirmando a opositores y periodistas independientes el miedo que siente el gobierno ante la posibilidad de que los cubanos que no piensan como sus gobernantes se manifestaran en la calle o asistieran a alguna reunión.

"Este lunes cero actividad", advirtieron miembros de la Seguridad del Estado a las opositoras Nancy Alfaya y Marthadela Tamayo, durante la retención que sufrieron el pasado sábado en sendas estaciones de policía; previendo que hoy se celebra el Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Suerte parecida corrió la periodista independiente Luz Escobar, que fue impedida de salir de su casa, acompañada por sus dos hijas, para realizar una visita familiar, también el pasado día 23 de noviembre.

De momento, ninguna combativa dirigente de la FMC o personalidades femeninas, siempre dispuestas a ensalzar el poder de la casta verde oliva y criticar a los adversarios, ha salido en defensa de estas tres inofensivas mujeres que -quizá sin proponérselo- han desnudado al tardocastrismo, aplicado en reprimir meras intenciones y no hechos concretos, para que la valentía individual no contagie al pueblo.

Nada habría pasado si activistas femeninas hubieran celebrado el Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y hubieran denunciado la situación de las cubanas víctimas de violencia machista. Pero ya ni siquiera eso aguanta la frágil dictadura, esta vez conmovida por un sentimiento totalitario de adoración al líder y su exaltación ridícula en eventos, consignas y poses orientadas por el gobierno, como ese infanticidio de la neurona de Fidel, disfrazado de ocurrencia tierna.

En un país normal, ambos actos habrían transcurrido con normalidad porque ambos son de naturaleza diferente; pero el tardocastrismo parece guiado por Ñico Saquito y Maximilano Sánchez, compositores de Compay Gato, cuya letra cuenta la elucubración calenturienta de un individuo al que otro llama gato, que bebe leche, que da la vaca y la vaca tiene tarros.

¿Como se le ocurre a alguien conmemorar este lunes algo que no sea la muerte del comandante en jefe. Ridículo, si no fuera trágico. Mientras el tardocastrismo siga pensando como Compay Gato nada será sensato en Cuba.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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