El embajador cubano en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, insinuó que la cooperación entre ambos países en la lucha contra el tráfico de personas y drogas, podría cesar, como resultado del clima de hostilidad creciente entre ambos gobiernos.
Cabañas pronunció un discurso con motivo del Día Nacional de Cuba, celebrado en la embajada, adonde acudieron empresarios, miembros del movimiento de solidaridad con la isla y cubanos residentes en la zona de Washington.
"¿Cómo se verán afectados los estados norteamericanos del sur sin la cooperación cubana para luchar contra el tráfico de personas y las drogas?", se preguntó el embajador.
Según el funcionario cubano esa es una de las preguntas que a "nadie en el gobierno de Estados Unidos en estos días les interesa responder". Cabañas también cuestionó si un solo país puede combatir el cambio climático, tratar enfermedades y criticó las sanciones de EEUU a los intercambios académicos y culturales con Cuba.
Desde 2017 funcionarios cubanos temían por el futuro de esa lucha con la llegada de Trump, según señalaron entonces a CNN. Pero, unos años después representantes de ambos gobiernos sostuvieron conversaciones sobre la lucha contra el narcotráfico en La Habana y ratificaron la necesidad de mantenerla.
El diplomático, en la tónica habitual de las autoridades cubanas, se preocupó por la limitación de los viajes a los estadounidenses a la isla. Sin embargo, no mencionó –al menos en la nota de Prensa Latina– los ciudadanos que el régimen de La Habana no permite salir o entrar al país.
Según Cabañas, Trump quiere destruir los supuestos logros de los más de 60 años en Cuba, y achacó la escasez de alimentos, medicinas y combustibles en la isla a las sanciones de EEUU.
El representante del gobierno cubano en EEUU volvió a añorar que las relaciones bilaterales fueran como cuando estaba el presidente Barack Obama. En 2019 se cumplieron cinco años de aquel llamado deshielo, pero desde la isla dejaron colgada la mano del demócrata.
Pese a los pretendidos cambios en Cuba con la Constitución y nuevos cargos políticos, todos designados, –y mencionados por Cabañas– los ciudadanos siguen sin tener derechos humanos básicos como libertad de expresión y en los últimos años aumentó la represión contra los opositores.
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