Una turista canadiense que quedó varada durante cuatro días en Cayo Largo, Cuba, contó la odisea de su regreso a casa a bordo de un "ferry nauseabundo" donde las cucarachas llovieron sobre los pasajeros.
La semana pasada operadores turísticos -como Sunwing y Transat- que actualmente tienen clientes canadienses en el país caribeño, se vieron obligados a organizar una operación de repatriación inesperada, tras el anuncio del cierre hasta el 26 de febrero del aeropuerto de Cayo Largo por daños en su pista de aterrizaje.
Diana, de Toronto, fue una de las turistas que quedó varada en la pequeña isla frente a la costa sur de Cuba, y tuvo que acogerse a un "plan de contingencia", que consistía en sacarlos de allí en el ferry que usan los empleados, relató Diana a CityNews.
Según su testimonio, los pasajeros fueron trasladados en autobús al aeropuerto, donde fueron revisados y luego esperaron una segunda ronda de autobuses que los llevaría al puerto. Justo en ese momento un grito aterró a la multitud, un hombre de 74 años se había desplomado producto de un ataque cardiaco.
"Los cubanos simplemente corrían, gritaban médico, médico, mientras los canadienses comenzaron a alternar (compresiones torácicas de RCP)". El hombre quedó en Cuba y aún se desconoce su condición.
Diane y otros turistas canadienses conocieron que, como muchas otras personas allí, el hombre se había quedado sin medicamentos para el corazón mientras esperaba regresar a casa.
Después del susto, el grupo llegó finalmente al puerto donde abordarían el ferry y, para su sorpresa, al descender del ómnibus "nos estaban esperando con una banda de mariachis, fue simplemente surrealista", detalló.
El barco estaba protegido por guardias armados, con la finalidad de evitar que los cubanos saltaran y trataran de irse. Había cucarachas por todas partes, nos caían encima; y la pesadilla se alargó cruelmente porque uno de los motores del ferry se rompió. Un viaje de cuatro horas se prolongó seis, y como el mar estaba picado, nos medicaron con gravinol a todos, recordó.
Al llegar a tierra firme en el puerto de Batabanó, los turistas canadienses fueron trasladados al aeropuerto de La Habana y solo en el avión encontraron algún consuelo: "Nos subimos, nos dieron una comida gratis, nos dieron una bebida gratis, fueron muy complacientes", agregó.
En un correo electrónico a CityNews, la principal aerolínea vacacional de Canadá, Air Transat, dijo que 160 pasajeros han regresado a casa pero otros dos grupos siguen de vacaciones en Cayo Largo, y volverán a Canadá el final de la semana.
Debbie Cabana, directora de marketing, redes sociales y relaciones públicas de Transat, indicó que hay tres grupos de clientes que están afectados por el cierre del aeropuerto, lo que supone 404 turistas.
El primer grupo (160 pasajeros) debía regresar a Toronto el domingo 16 de febrero, y fueron los que, incluida Diana, regresaron esta madrugada.
"El segundo grupo (186 pasajeros) regresará a Montreal el viernes (21 de febrero), mientras que el tercer grupo (58 pasajeros) regresará a Toronto. el domingo (23 de febrero)”, concluyó Cabana, quien precisó que el plan ideado para el regreso de los tres grupos es el mismo.
El Aeropuerto Internacional Vilo Acuña, localizado en el polo turístico Cayo Largo del Sur –cerca de Isla de la Juventud– está en mantenimiento desde enero de 2019, según comunicó a inicios de este mes el aeropuerto de Varadero. Esa terminal de Cayo Largo del Sur recibe habitualmente vuelos de Canadá e Italia.
La odisea de Diana la viven diariamente muchos cubanos y trabajadores de Cayo Largo, pues ese mismo ferry es, según el testimonio de la turista, el encargado de llevarlos y sacarlos del pequeño polo turístico.
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