Además de hablar sobre la libertad del artista, y la rebelión del poeta contra el poder dictatorial y represivo del gobierno español, Buscando a Casal, el más reciente estreno del ICAIC, se consagra a validar la amistad como uno de los principios fundamentales que acompañaron la breve existencia del poeta Julian del Casal, interpretado por Yasmani Guerrero.
Yasmani Guerrero protagonizó el filme también histórico Inocencia, estrenado con gran éxito el año pasado. Ahora vuelve a protagonizar una película de época, con un personaje muy distinto, y el actor consigue diferenciar perfectamente a Fermín Valdés Domínguez y a Julián del Casal, dos seres que coincidían solo en cuanto al carácter obsesivo y rebelde.
Es muy poco común, en el cine cubano, que un actor haya esperado por un papel durante tantísimo tiempo, pero desde 2007 Yasmani fue elegido como protagonista de una película que en aquel momento fue imposible realizar. A lo largo de más de una década, Yasmani siguió esperando para interpretar a Casal, y en ese tiempo el actor fue estudiando su personaje, hasta convertirse casi en especialista en la vida y obra del poeta.
El actor cuenta con una considerable hoja de servicios en el cine, con papeles protagónicos no solo para Alejandro Gil (Inocencia) sino también para Enrique Kiki Álvarez (Jirafas) y Arturo Sotto (La noche de los inocentes).
Como la amistad era uno de los temas fundamentales del filme, resultó importantísimo el elenco de actores que interpreta a los amigos de Casal, puesto que cada uno encarna diversas emociones y conceptos respecto a la personalidad y el talento del atormentado poeta.
Los amigos de Casal, llamados César, Felipe y Enrique son interpretados con notable entrega y hasta virtuosismo, por Armando Miguel, Emmanuel Galbán y Marlon López, tres actores que han descollado últimamente en varios filmes, dramatizados televisivos, o en obras de teatro.
César es Armando Miguel, quien ha reconocido, en varias entrevistas recientes, al maquillaje y la peluquería como dos de las principales virtudes de un filme que apostó la carta de potenciar la dirección de arte.
Entrenado en el cine por sus recordados personajes en Conducta y El acompañante, Armando Miguel interpreta al amigo payaso y vanidoso, con un fondo de envidia, pero capaz finalmente de reconocer como nadie el talento de Casal.
Felipe es Emmanuel Galbán, reconocido en el cine cubano por El techo. Es el potentado, el censor, dueño de un periódico donde Casal trabaja durante bastante tiempo. Felipe es un político, heredero además de una fortuna legada por el tío, y tiene que caminar en frágil equilibrio entre el poder y las ideas librepensadoras y críticas de Casal, que además de su amigo era uno de los periodistas subordinados.
Enrique es Marlon López, a quien se encargó la interpretación de uno de los amigos más fieles y dedicados del poeta, quien se ocupa de tratar de suministrarle recursos, un techo, y medios para las escasas publicaciones que Casal consiguió en vida.
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