En el Juego de las Estrellas de la Serie Nacional de 2016, un joven de 12 años se coronó en la competencia de jonrones de la categoría. Se trataba de Luis Mario Pino, quien pegó seis vuelacercas en el Julio Antonio Mella, sede de la fiesta de las luminarias nacionales.
Ese mismo muchacho que apareciera en el Juventud Rebelde y la revista Bohemia ya no se encuentra en Cuba. Pino, 16 años, se marchó de la Isla hace unos meses con la intención de firmar un contrato profesional.
El nativo de Matanzas es representado por la agencia Culture XXXIX, tiene un brazo por encima del promedio y ha corrido las 60 yardas en 6.5 segundos.
Pino se encuentra a la espera de la agencia libre, para ser elegible a firmar con alguna organización de Grandes Ligas.
Aquel joven de 12 años que ganara el torneo de HR sub-12 en 2016 en frente de las estrellas de la pelota cubana ha crecido enormemente. Su cuerpo se ensancha por día y el físico es representativo de un beisbolista atlético.
El principal aliado de Pino, apodado "Super Mario", es la juventud que posee. Hace ya tres años el mercado internacional comenzó a centrarse en prospectos entre 14 y 16 años. El talento del cubano Pino será reclamado en el futuro por una franquicia de MLB con casi toda confianza, para comenzar así el trayecto por el béisbol profesional y las Ligas Menores.
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