Pinar del Río es una tierra de ilustres familias deportivas. Allá vieron la luz (y llegaron a la gloria) los Linares, los Casanova, los Costa, los Oliva... De allá, también, son los Arozarena.
Hoy por hoy, Randy es uno de los cubanos con más proyecciones en las Grandes Ligas, y se espera que pueda vestir la camiseta de Tampa Bay Rays el día que comience –solo Dios sabe cuándo- la próxima campaña. Mientras, Raiko era hasta hace poco el único cubano en el fútbol de México.
Como lo lee. Al borde de los 23 abriles, este portero milita con el club Venados FC en la Liga de Ascenso del país azteca, que hace poco también cuenta en Segunda División con los servicios de otro hijo de la Mayor de las Antillas, Alessandro Amador.
Oriundo de Arroyo de Mantua, el muchacho me explica que su proceso de adaptación a la cultura mexicana no resultó complejo. “A fin de cuentas –dice- es el mismo idioma, aunque acá tienen ciertos términos propios a los que hay que adaptarse”.
Desde el punto de vista futbolístico, asegura que “este fútbol está en otro nivel con respecto al de Cuba; es más rápido y más técnico, pero con mucho trabajo logras acostumbrarte”.
Todavía en busca de una plaza titular en el equipo, Arozarena admite que le seduce la idea de llegar al torneo elite de México y defender los colores de algún club “como Monterrey o Pachuca, entre otros”.
Interrogado por su momento top en el deporte, no duda en señalar que “lo mejor ha sido conocer a Diego Armando Maradona cuando dirigía a los Dorados de Sinaloa. Tuvimos partido contra ellos y ahí estaba él. Una experiencia inolvidable, pues se trata de un fuera de serie a quien tuve el honor de ver en persona, saludarlo, abrazarlo y conversar con él”.
Consciente de la dura situación mundial con el azote del coronavirus, le reclama al pueblo cubano “asumirlo con responsabilidad y tener mucho cuidado con una enfermedad tan peligrosa. Espero que allá se tomen todas las precauciones y la gente se quede en casa todo el tiempo posible”.
Por último, el joven guardameta confiesa que “tengo la mayor disposición y deseos de volver a representar a mi país. Le he pedido a Dios para que me dejen hacerlo. Ojalá que mi nombre apareciera muy pronto en las listas de convocados para la selección cubana”.
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