Considerado por muchos el jardinero más elegante de las Series Nacionales, Javier Méndez lleva un tiempo trabajando en Italia para una sociedad de béisbol y softbol. Tras su última estancia en Cuba, debió haber regresado a la península a comienzos de marzo, pero entonces tomó una decisión que tal vez le haya salvado la vida.
“La explosión del coronavirus me hizo solicitar la posposición de ese viaje”, relata en exclusiva para Cibercuba. “Casualmente yo debía salir para allá el nueve de marzo en el mismo avión que llegaron a Cuba los tres italianos que se convirtieron en los primeros casos positivos detectados aquí. A veces me pregunto qué podía haberme pasado de montarme en esa aeronave”.
Lo más estremecedor del caso es que el ex industrialista labora precisamente en Lombardía, la región más golpeada por el COVID-19, con unos 40 mil casos y cerca de 6 mil fallecidos hasta hoy.
“Llegado el momento en que yo debía volver, allá se vivía un momento dificilísimo ya. Creo que en ese país no había percepción real del riesgo que se corría con la enfermedad. Mucha gente lo consideraba un simple catarro que se limitaba a afectar a los ancianos, pero el tiempo demostró que no era así”, analiza.
Méndez, quien cumple un contrato por cuenta propia y trabaja con jugadores de varias categorías, adelanta que ahora tiene pasaje para el seis de abril, pero sabe que le será imposible viajar en esa fecha.
“Esta epidemia se ha propagado vertiginosamente. Ha sido terrible. Va a tomar mucho tiempo recuperarse económicamente, y también en el orden sicológico”, advierte.
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