Reconocido por la fanaticada como uno de los mejores narradores deportivos nacionales, René Navarro ha explotado en las redes sociales con un post donde pone al desnudo uno de los tantos lados oscuros del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
En su cuenta de Facebook, el hombre que mejor ha narrado voleibol, ciclismo y atletismo en la Mayor de las Antillas denunció que la mano de un “MEDIOCRE, INCAPAZ, SIMULADOR, OPORTUNISTA Y ENVIDIOSO” ha hecho desaparecer de los archivos una parte importante de su trabajo profesional.
“Lo más lamentable es que estos bajos y solapados tipejos gozan de las preferencias de los JEFES”, añadió.
La ira de Navarro la desató una transmisión hecha la víspera de la memorable final olímpica de voleibol femenino entre Cuba y Rusia. “En horas de la mañana un amigo me había llamado para recordarme la hora de comienzo de dicho encuentro”, contó Navarro. “Le dije que casi seguro el audio no iba a ser el original, pues parte de mis trasmisiones, junto al compañero que fuera, desaparecieron de archivos o videotecas”.
En efecto, la voz del gran narrador retirado en 2005 no apareció en la transmisión de Tele Rebelde, algo que confirmó sus sospechas de que está “condenado al silencio”, toda vez que lo mismo le había ocurrido antes con otros momentos del voleibol, así como con narraciones de atletismo, ciclismo, baloncesto y natación.
“No tiene otra explicación que trasmisiones de muchos años hechas por Eddy, Héctor, Modesto, Rolando Crespo y hasta el propio Yiki Quintana no hayan desaparecido de los archivos –reflexionó-, mientras que las mías dijeron adiós, como sucedió con el pasaporte escondido en una gaveta en el año 1988 que me impidió viajar al exterior para llevar a otro señor que al final terminó en Estados Unidos. Podría añadir otras irregularidades o BARBARIDADES cometidas por el ICRT”.
Antes del punto final, Navarro adelantó que “ya habrá espacio y tiempo para exponer otras complicadas ideas que aclaren idioteces y graves errores”.
Autor de frases inolvidables como “de Cuba y para el mundo”, “balón arriba, balón abajo” y “torre a cuatro manos”, Navarro confesó el año pasado a Cibercuba que había tenido “que salir a vender botellas y pomos plásticos para apoyar la alimentación de la casa”.
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