Muere un cubano en México tras sufrir quemaduras por una explosión en Ciudad Juárez

Osnei Rodríguez Ramos, un cubano de 48 años, murió este miércoles tras sufrir quemaduras el domingo en su renta en Ciudad Juárez, donde explotó un tanque de gas, informa el medio local El Diario de Chihuahua.

El hombre sufrió quemaduras de segundo grado en el 80 por ciento de su cuerpo y fue ingresado en el Hospital General Star Médica, donde falleció en la mañana de este miércoles, detalló un agente de la policía al citado medio.

El lamentablemente incidente ocurrió antes de la una de la tarde del domingo en las calles Agustín Melgar y Texcoco, de la colonia Cuauhtémoc, donde este cubano alquiló una vivienda. Los cuerpos de bombero determinaron que la explosión fue causada por una fuga de un tanque de gas.

Según un reporte de la Agencia Estatal de Investigaciones, citado por la fuente, el fallecido fue identificado por las personas que vivían con él y avisaron a su familia en Cuba para trasladar el cuerpo a la isla.

Hasta el cierre de esta noticia no trasciende ninguna imagen del cubano y en Facebook solo hay un Osnei Rodríguez Ramos, pero con el nombre Osney. CiberCuba no tiene manera de confirmar si se trata de la misma persona.

Cubanos en Ciudad Juárez

En Ciudad Juárez hay miles de cubanos a la espera de las entrevistas para emigrar a los Estados Unidos. Solo en diciembre de 2019, el gobierno de Donald Trump envió a 4.500 a esa ciudad.

Sin embargo, de momento está suspendida la migración hacia EE. UU. por la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

Los cubanos ya se quejaron durante el año pasado del peligro que sufren en esa y otras ciudades de México por el crimen organizado.

Hace una semana un sicario mexicano contó a la cadena estadounidense Showtime que secuestran a los cubanos porque le piden a sus familiares entre 10.000 y 20.000 dólares. "Si no pagan pos nada más van a donde van. O sea, a una fosa común", dijo el individuo.

Con la incidencia del coronavirus también en México los cubanos sufren depresión y desesperanza. "Se ven tristes, muy desesperados y muchos de ellos en una severa depresión, porque no solamente creen que sus casos se pierdan con la suspensión de las citas, sino que el encierro y no tener forma de hacerse de sus propios recursos, los deprime", comentó el pastor Juan Fierro, director del refugio El Buen Samaritano, a principios de abril.