Una familia de Matanzas puede respirar tranquila con la vuelta a casa de dos de sus miembros, curados de coronavirus, tras recibir el alta hospitalaria y una hospitalización de más de tres meses, según datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Miriam Ramos y su hijo Raúl Basulto, estuvieron entre los primeros cien cubanos infectados con COVID-19, pero este sábado volvieron a casa recuperados, indicó una nota oficial.
Residentes en el reparto Armando Mestre del municipio cabecera, comenzaron a mostrar síntomas de la enfermedad, pero ambos pensaron que se trataba de un catarro común. Solamente al cuarto día, cuando el hijo refirió tener dolores de espalda, se decidieron a acudir al médico de la familia.
Ramos aún se extraña de que su esposo jamás se contagiara, pese a que siempre estuvo a su lado durante los días en que ella se sentía mal sin acudir al médico.
“Me hicieron un test y di negativo. Después, cuando ellos vinieron (del hospital) también tuve miedo, pero el virus no se metió conmigo”, contó Pedro González a la televisión cubana, que destacó la curiosidad de que madre e hijo no transmitieron el virus a ninguna otra persona.
“De las personas que dimos como contacto, que estuvimos hablando con ellas, ninguna dio positivo”, comentó el hijo, que estuvo "muy preocupado" por el estado de salud de su madre; y ambos elogiaron al personal médico que los atendió en el hospital militar Mario Muñoz Monroy, de Matanzas.
“Tengo que agradecerle a la vida porque yo estuve muy mal, pero muy mal, y gracias a ellos estoy aquí”, recordó Miriam Ramos emocionada.
Matanzas es actualmente una de las provincias con mayor número de casos de coronavirus registrados, con un total de 184 enfermos.
La situación epidemiológica de la provincia se agravó al detectarse uno de los eventos de transmisión local más grandes en el país, que ha afectado hasta el momento a 50 personas en el Hospital Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez, de la capital provincial.
Según las autoridades, el brote se originó debido al incumplimiento de las medidas de desinfección y del control de acceso al centro asistencial.
Pero, el personal médico de la institución ha denunciado las pésimas condiciones higiénicas en las que debe trabajar, ya que no hay medios para limpiar, ni tampoco materiales suficientes para protegerse del virus.
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