El Departamento de Salud de Florida ha detectado en lo que va de año 37 nuevos casos de dengue en los Cayos de la Florida. Se trata del mayor brote de transmisión local de los últimos diez años en el condado de Monroe.
De hecho, las pruebas realizadas en Cayo Largo, la isla más cercana a la costa de Florida, han arrojado en la última semana 11 nuevos positivos de la enfermedad que transmiten los mosquitos aedes aegypti.
Hace cuatro días, el número de contagiados era de 26 y fueron localizados, principalmente en los llamados Cayos altos, donde hay constancia de la existencia de 45 especies diferentes de mosquitos. Cayo Largo destaca como la zona más afectada.
El primero de los casos se detectó en marzo pasado, coincidiendo con el inicio de la crisis de la COVID-19, que no ha causado en el condado de Monroe los estragos que está haciendo en Miami-Dade. Esto, sin embargo, provocó alarma ya que el dengue se manifiesta a través de síntomas gripales. La enfermedad es mortal si se convierte en dengue hemorrágico.
Para combatir la transmisión del dengue a través de los aedes aegypti, en el condado de Monroe, al que pertenecen los Cayos, se ha barajado la opción de modificar genéticamente ejemplares de aedes aegypti y diseminarlos para acabar con las poblaciones que contagian el dengue, pero este proyecto de la empresa Oxitec no ha podido salir adelante.
En Florida no hay constancia de transmisión local de dengue entre 1934 y 2009, cuando se registraron los primeros contagios. Ese año en total se contabilizaron 22 casos y otros 66 en 2010. A partir de entonces la enfermedad se dio por controlada, pero en 2016 apareció un nuevo infectado.
El año pasado se registraron más de 3,1 millones de casos de dengue y 1.538 fallecidos por esta causa en América.
En 2019 hubo una epidemia de dengue en Cuba, que las autoridades silenciaron.
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