Ana Patricia Torres, una madre hispana en EE.UU., pide ayuda deseperada para llevar a casa a su bebé de 10 meses, conectado a un respirador artificial desde el 24 de septiembre en el Texas Children's Hospital de Houston.
El pequeño Nick sufrió un accidente en la tina del baño que le provocó muerte cerebral. Los médicos no creen que él pueda sobrevir pero su madre insiste en que no lo desconecten.
"Su corazón late por sí solo, la sangre corre por sus venas, le hemos estado cambiando los pañales" escribió en su perfil de Facebook.
El viernes una jueza de la corte civil del condado Harris negó una segunda petición para evitar que desconecten al bebé. El plazo vence este lunes 5 de octubre.
Un documento firmado por el hospital declara al menor muerto. No obstante, ella espera que se haga un milagro. "No quiero que un hospital decida si mi bebé muere o vive", dice.
"Sus ojos están llenos de lágrimas, está llorando por justicia", agrega en otra de sus publicaciones en Facebook.
El domingo la madre del niño hizo una petición pública al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que ruega poder llevar al pequeño a su casa.
La mujer también había convocado a una protesta esta mañana para exigir que se escuche su caso.
En la plataforma GoFundMe, Ana Patricia abrió una campaña de recaudación de fondos para que el caso pueda llegar a la Corte Suprema de EE.UU.
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