Una familia cubana integrada por varios opositores al régimen está pidiendo ayuda en las redes sociales para poder tramitar un asilo político, luego de varios días en huelga de hambre debido a la persecución que sufren.
Los Miranda Leyva, residentes en Holguín, se plantaron en huelga el pasado lunes como vía de protesta contra el Gobierno de la provincia, que no les permite salir del territorio para viajar a La Habana a tratar de gestionar el asilo.
La opositora Maidolis Leyva Portela, exprisionera de conciencia, apareció juntos a sus tres hijos, sus dos nietos menores y una anciana, en un video que fue compartido en el muro de Facebook de la también activista Diasniurka Salcedo Verdecia.
“Quiero decirles a todas las personas que están viendo este video que nosotros, los adultos, nos encontramos plantados en huelga de hambre”, expresó.
“Estamos solicitando desesperadamente el asilo político en cualquier embajada de cualquier país del mundo”, recalcó.
Leyva Portela denunció que están siendo objeto de persecución debido a su activismo en contra de la dictadura, que quiere encarcelarlos y también quitarles la custodia de los dos niños, de 12 y 13 años.
“El día 26 de septiembre intentaron incluso quemarnos dentro de la casa”, detalló.
La defensora de los derechos humanos precisó que la fiscalía provincial les ha negado rotundamente el permiso para salir de Holguín, y para ello les ha fabricado dos delitos comunes: uno de amenaza y otro de actos contarios al desarrollo del menor, que se lo imputan concretamente a la hija de la opositora, Ada Iris Miranda.
“Somos inocentes, no somos criminales, somos activistas y defensores de los derechos humanos. Luchamos por la libertad y la democracia del pueblo de Cuba y por la libertad inmediata de todos los presos políticos, puesto que son inocentes”, puntualizó.
“Por favor, a todas las personas que están viendo esto, que nos ayuden a tramitar el asilo político porque de ello depende la vida nuestra y la de nuestros niños”, sentenció.
En septiembre esta familia hizo otra huelga de hambre, luego de que su casa fuera asaltada por agentes del régimen castrista armados con hierros y machetes, quienes entraron a la vivienda rompiendo puertas y ventanas, destruyeron objetos y prendieron fuego a la cocina.
De acuerdo con la denuncia, los opositores tuvieron que subirse al techo de la casa de una vecina, mientras los vándalos ingerían bebidas alcohólicas. También dijeron que la policía, lejos de sancionar a los intrusos, les dijeron que los mataran.
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