El opositor cubano Ramón Arboláez Abreu pudo llegar a Miami en compañía de dos de sus hijos y su esposa, luego de cruzar la frontera de México y EE.UU. y haber sido detenido cuatro días en el centro de inmigración de Yuma, Arizona, estado donde solicitó asilo político.
Arboláez Abreu padece de un cáncer bucal prácticamente desatendido desde inicios de 2020, cuando estaba en México tratando de llegar a EEUU. Fue el lunes pasado que logró solicitar asilo político en un punto fronterizo de Arizona.
“Vivo por la mano de dios”, afirmó a su llegada a Miami.
“Me siento muy contento por todo el apoyo que me han dado y mi familia. Yo vivo el día a día… llegué casi sin vida a la patrulla fronteriza, porque ya no tenía fuerzas”, dijo en declaraciones a Telemundo.
El opositor, de 45 años, debe recibir atención médica especializada en Miami. Desde hace meses se encontraba varado en México, debido a que las fronteras estaban cerradas por la crisis sanitaria del coronavirus.
En varias oportunidades había solicitado una visa humanitaria al gobierno estadounidense, para poder entrar al país norteamericano y tratar su enfermedad. En julio pasado, la oficina del congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart gestionó la petición de un visado humanitario ante el Consulado de Estados Unidos en Matamoros, pero las autoridades le negaron la solicitud sin derecho a apelación.
Ante la situación, él y su familia se lanzaron a cruzar la frontera en Arizona y luego se entregaron a los agentes fronterizos allí.
El activismo de Arboláez Abreu como opositor al régimen cubano se remonta a la década de los noventa. Él y su esposa pertenecieron a la Coalición Central Opositora y al Foro Antitotalitario Unido (FANTU), liderado por Guillermo Fariñas.
En 2016 escapó con su mujer e hijos a Trinidad y Tobago, donde sobrevivieron tres años sin documentos para trabajar, hasta que en 2019 atravesaron parte del continente buscando llegar a EE.UU.
Yaneisy Santana Hurtado, esposa del opositor, también fue liberada por ICE, con un grillete. Sin embargo, su preocupación mayor ahora es su hija. “Mi preocupación es mi hija que se encuentra en México corriendo grave peligro, embarazada y con amenaza de muerte”, aseguró.
La hija tiene 27 años y deberá permanecer en tierra mexicana esperando el resultado de su proceso de asilo político. “Me regresaron y sabían que tenía un embarazo de 37 semanas y aun así me regresaron”, lamentó.
"El próximo paso legal es comenzar a preparar su caso de asilo político”, dijo Laura Giménez, abogada especializada en emigración, sobre la actual situación del opositor.
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