Hispania Bible Church, Iglesia responsable del envío de ayuda humanitaria a la Habana procedente de Miami, denunció que la carga ha sido definitivamente confiscada por el gobierno cubano y aseguró haber transitado en los últimos meses todos los caminos posibles de reclamación.
“Con gran pena me veo obligado a hacer esta declaración pública para hacerles saber a todos que las autoridades de Cuba han confiscado la totalidad de las donaciones. A pesar de cumplir con todos los permisos y regulaciones requeridos en EE.UU. y en Cuba, la carga no fue entregada a sus destinatarios”, dijo a través de videoconferencia el Pastor Mardoqueo Jiménez, representante de la entidad religiosa.
En total, la confiscación afectó a 22.7 toneladas de alimentos y medicinas que podría haber beneficiado a unas 15.000 familias cubanas.
El pastor añadió que los oficiales y la compañía embarcadora con quien han estado en contacto todo este tiempo, les informó que “dado que los contenedores están en manos de las autoridades de la isla, ya no se pueden rastrear”.
Recuerda que habían contactado a iglesias hermanas en Cuba que no son parte de la iniciativa "Solidaridad entre Hermanos", a quienes le enviaron la carga con la única petición de que entregaran la carga a otros cristianos necesitados.
Sin embargo, asegura que, pese que esas iglesias hicieron todos los trámites y varias reclamaciones legales de la carga, “la Aduana se ha negado desde hace cuatro meses a entregar los contenedores y a ofrecer cualquier explicación a sus dueños”.
Jimenez añadió que eso “significa obviamente que la ayuda humanitaria enviada con tanto amor y sacrificio por personas y organizaciones de buena voluntad desde EE.UU. ha sido robada por el gobierno que hay en Cuba, sin siquiera ofrecer explicaciones ni mucho menos emitir un documento ni un acta de confiscación”.
“Nuestra única motivación era y es ayudar a los cubanos que están atravesando una profunda crisis humanitaria”, agregó. Recordó también que más de 15.000 familias necesitadas en Cuba ya habían solicitado tal ayuda en la página web destinada a ello, y que se organizó incluso una red de más de 25 puntos de distribución.
“Luego de meses de seguimiento e intentos por todas las vías posibles, hemos agotado los caminos de reclamación y solo nos queda exigir públicamente al régimen de La Habana que devuelva al pueblo lo que al pueblo pertenece”, concluyó.
Antecedentes
En mayo, la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP) -en colaboración con la Alcaldía de Miami- presentaron la campaña “Solidaridad entre Hermanos”, que tuvo como fin la recogida productos de primera necesidad para enviar a Cuba en medio de la crisis sanitaria generada por el coronavirus.
La activista cubana Rosa María Payá y Francis Suárez, alcalde de Miami, fueron algunos de los que participaron en el lanzamiento de la iniciativa online, que recaudó artículos como jabón, detergente, guantes, leche en polvo y comida enlatada. El 10 de agosto, Payá aseguró a través de un vídeo difundido en sus redes sociales que la ayuda humanitaria recogida por el exilio en Miami había llegado a su destino.
A continuación, el progubernamental Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) calificó de "ofensa al pueblo y las iglesias" la ayuda humanitaria recaudada en Miami como iniciativa de Payá y otras organizaciones del exilio.
Payá salió entonces al paso y aclaró que "en ningún momento, esa carga se envió a los directivos del Consejo de Iglesias ni mucho menos a instituciones del gobierno”.
La opositora calificó de “crimen contra la familia cubana secuestrar esos productos en un momento de grave crisis humanitaria”, e instó al gobierno a liberar la ayuda cuanto antes. Algo que obviamente no sucedió ni parece que vaya a ocurrir.
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