Los más de 200 cubanos que fueron desalojados de una terminal marítima en el occidente de Surinam la pasada semana y retenidos luego en una unidad militar, fueron puestos en libertad y la mayor parte se encuentra en la capital Paramaribo.
Los cubanos esperaron durante dos semanas el ferry que habitualmente zarpaba de la terminal hasta tierras de Guyana, para continuar su travesía a través de Centroamérica hacia Estados Unidos, pero sus servicios habían sido suspendidos por la pandemia de coronavirus.
El pasado martes efectivos militares desintegraron la caravana de cubanos, algunos de los cuales resultaron lesionados durante el enfrentamiento, y los pusieron en custodia cerca del aeropuerto.
“A pesar de que todo fue en vano, ya que fueron muchos los llamados y pocos los elegidos, creamos una familia de hermanos cubanos que no nos rendimos jamás y llegamos hasta el último suspiro”, comentó Rigoberto Hernández, participante en los hechos, en el grupo de Facebook Cubanos en Surinam.
Varios de los integrantes de esta caravana podrían enfrentar acusaciones por el delito de sedición, según informa en su resumen semanal en video (minuto 9) el medio local Su Noticia. Se trata de quienes lideraron la caravana de cubanos en protesta contra las acciones de los militares fuertemente armados.
La actuación de las autoridades, según el medio de prensa, se debió a la exigencia de los cubanos de que les abrieran el muelle para continuar viaje, mientras golpeaban sartenes, gritaban consignas y amenazaban a los efectivos de seguridad.
Según Radio Televisión Martí, varios cubanos, que pidieron el anonimato, informaron que 17 están bajo arresto y habían amenazado con secuestrar el ferry si en un plazo de pocas horas no se reanudaba el servicio.
Los cubanos que acampaban en tiendas de campaña en South Drain habían ocupado de manera ilegal una edificación en el sitio de Canawaima en Nickerie, y posteriormente fueron trasladados en autobús a Paramaribo el miércoles pasado, donde los recluyeron en el cuartel Ayoko del Ejército Nacional en el distrito de Pará.
A principios de diciembre, la representación diplomática de Cuba en Surinam informó que la irregular migración que se gestaba a través de ese país se debía a “la adopción, por parte de Estados Unidos, de medidas políticamente motivadas que obstaculizan un flujo migratorio regular, ordenado y seguro entre Cuba y EEUU; así como del incumplimiento, también por la parte estadounidense, de los acuerdos migratorios vigentes, en particular lo relacionado con el no otorgamiento del número mínimo de visas para ciudadanos cubanos que desean emigrar”, obviando la actual crisis que atraviesa la isla.
Los medios cubanos mantienen un silencio casi absoluto sobre la situación de estos migrantes, que arriesgan su vida para llegar a territorio estadounidense.
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