La Dama de Blanco Martha Sánchez González fue excarcelada este jueves de la Prisión Provincial de Mujeres El Guatao, en La Habana, bajo el régimen de libertad condicional.
Su liberación está sujeta a una “buena conducta social”, por lo que podría ser encarcelada nuevamente.
Tras su liberación denunció las malas condiciones de la prisión donde estaba confinada, la falta de higiene y la deplorable alimentación. "La limpieza era pésima, la comida no servía, era un sancocho", declaró Sánchez a Diario de Cuba.
Relató que al iniciar la pandemia del coronavirus le prohibieron las visitas y que en el centro penitenciario nunca se hicieron pruebas para el COVID-19, aunque dijo no haber oído de ningún contagio en prisión hasta donde tenía conocimiento.
Mientras espera al próximo 19 de enero, donde tiene que comparecer ante un juez de instrucción en un tribunal, la Dama de Blanco declaró que seguiría "luchando porque Cuba sea libre" y que no se dejaría doblegar ante la represión de las autoridades.
Sánchez fue detenida en 2018 cuando se dirigía a la parroquia de San Marcos Evangelista en la provincia cubana de Artemisa, y condenada a cinco años de prisión por los delitos de "desacato, resistencia, atentado e incitación a delinquir". Durante el juicio no se le permitió llevar evidencias ni testigos para su defensa.
En ese momento, el gobierno de Estados Unidos denunció su encarcelamiento arbitrario e incluyó a Martha en su campaña #PresosPorqué, encaminada a demandar la libertad de los presos políticos cubanos.
En ese momento la Oficina de Democracia y Derechos Humanos del Departamento de Estado estadounidense denunció la situación de la activista, además de condenar que su arresto fuera una "respuesta” a su activismo opositor "contra las elecciones fraudulentas en Cuba".
Las Damas de Blanco constituyen un movimiento ciudadano con base en Cuba, que aglutina a esposas, madres, hermanas e hijas de presos políticos cubanos, a pesar de que el gobierno los encasilla como presos comunes.
Fue un movimiento fundado por la activista opositora cubana Laura Pollán en el 2011, con el objetivo de pedir la libertad y exigir los derechos de los opositores cubanos encarcelados en el año 2003 durante la llamada “Primavera Negra”, cuando el régimen puso en prisión a periodistas, activistas y comentaristas, acusados de recibir dinero de gobiernos extranjeros, fundamentalmente de Estados Unidos.
En su página web expresan que “son mujeres que le reclaman a la última dictadura de América la libertad de sus esposos, padres, hijos, hermanos o sobrinos”.
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