Luego de 24 horas de mutismo, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla se pronunciaron ante los disturbios del Capitolio estadounidense de este miércoles.
“Rechazamos las graves acciones de violencia y vandalismo acontecidas ayer en el Congreso de EEUU”, expresó Rodríguez Parrilla en su cuenta oficial de Twitter.
En un hilo de Twitter, Rodríguez Parrilla añadió que lo acaecido es “expresión de la crisis del sistema y resultado de un largo período de exclusión, manipulación, irresponsabilidad política e incitación al odio”.
No obstante, aprovechó la coyuntura brindada por los eventos del pasado miércoles para acusar a Estados Unidos de instar a la ciudadanía de otras naciones a violentar el orden constitucional establecido por sus gobiernos:
“La violación al orden constitucional y el irrespeto a las instituciones promovido por el Presidente Trump para anular la voluntad de los electores, reproduce las prácticas bochornosas que EEUU ha empleado contra el resto del mundo”.
Por su parte, Miguel Díaz-Canel, más escueto, se refirió a las muertes y denunció igualmente el atentado de los manifestantes contra el histórico edificio estadounidense:
“Lamentamos la pérdida de vidas humanas y repudiamos los actos violentos, el ataque al Congreso y las expresiones supremacistas ocurridas ayer en Washington DC.”
El ex embajador de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas, fue el primero de los funcionarios cubanos en manifestarse respecto a los sucesos. Sin embargo, la esencia de su tuit, más que lamentar el asalto a la democracia y el costo para la ciudadanía estadounidense, fue mencionar el carácter injerencista de las misiones diplomáticas de este país en el Tercer Mundo:
“Los sucesos en el Capitolio de Washington hoy son muy lamentables, pero pudieron haber sido peores si hubiera una embajada estadounidense en dicha ciudad”, expresó Cabañas.
Mandatarios europeos como Boris Johnson, Emmanuel Macron o Angela Merkel se expresaron de inmediato para denunciar el asalto al Capitolio.
Desde la región latinoamericana voces como las de Alberto Fernández, presidente de Argentina, o sus homólogos de Chile y Colombia, Sebastián Piñera e Iván Duque, también condenaron los eventos en Washington D.C. y ratificaron su apoyo a la democracia en Estados Unidos.
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