El crítico de cine Frank Padrón Nodarse, lamentó los nuevos precios que habían adquirido las botellas de vino en Cuba con la implementación de la llamada “tarea ordenamiento”, una reforma económica que incluye el aumento de los salarios a la par de un incremento considerable de los precios en el país de bienes y servicios.
“Los consumidores habituales de vino tinto estamos disgustados, no sólo porque desaparecieron aquellas botellas económicas que sin ser nada extraordinario sacaban la cara por el líquido casero”, dijo Padrón en Facebook.
Asimismo, citó ejemplos como “Cabernet Sauvignon, Merllot, Carmenare y otros buenos tipos de uva de procedencia chilena”, las cuales, según Padrón, “se adquirían a poco más de 6 CUC y hasta menos”.
“Ahora no sólo esos desaparecieron, sino que otros que se venden baratos en Europa y Suramérica, aquí cuestan entre 270 y 400. Este que compré, aunque nada mal, no vale eso ni en sueños. En fin, el...viñedo en la Viña del Señor”, agregó en una publicación donde comparte la imagen del comprobante de la adquisición, el cual indica que la botella fue comprada en la licorería del hotel Habana Libre.
La queja de Padrón, quien conduce el programa De Nuestra América de la televisión cubana, se une a la de muchos otros connacionales suyos que han visto multiplicarse los precios de un día a otro, después de que el gobierno decidiera fijar el salario mínimo en 2 100 pesos cubanos, en un movimiento para sacar de circulación este año el peso convertible CUC y poner fin a la dualidad monetaria en la isla.
Incluso los organismos gubernamentales, como la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), aumentaron ostensiblemente sus tarifas. Con las nuevas regulaciones, la CTC exigirá a los cubanos abonar hasta 600 pesos anuales, según sus ingresos.
Las nuevas tarifas se aplicarán contra el salario básico de cada persona, después de que se haya rebajado la contribución a la seguridad social y el impuesto sobre los ingresos personales. Cada sección sindical recibirá el 10 por ciento del total recaudado para sus gastos internos, de acuerdo con un reporte.
Otras de las grandes inconformidades de los cubanos con las regulaciones que comenzaron el primero de enero, es la incoherencia entre el aumento de los precios y la calidad de los bienes y servicios, que se mantiene con la misma deficiencia de antes.
En este sentido, las redes sociales recogen varias denuncias, como la de una mujer que cuestionó el valor de unas hamburguesas en un establecimiento de La Habana, cuya apariencia era, a su juicio, deleznable.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (12)Archivado en: