El congresista demócrata por Massachusetts, James McGovern, ha escrito una carta al presidente norteamericano Joe Biden en la que le pide revertir la política hacia Cuba de la Administración Trump y comenzar un nuevo "deshielo" con La Habana.
En la misiva, fechada el pasado 15 de enero, McGovern considera entre las prioridades del nuevo gobierno estadounidense anular las sanciones impuestas por Trump contra el gobierno cubano, entre ellas la reciente inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El legislador también insta a "separar la política hacia Cuba de la que sigue el gobierno con Venezuela y de las presiones de la comunidad latina en Florida" para mejorar la imagen del Partido Demócrata entre los votantes latinos.
McGovern pide, además, que se restauren todos los servicios consulares de la Embajada de EE.UU. y se nombre "a un embajador experimentado y altamente cualificado". A su juicio, Washington carece actualmente del personal necesario para llevar a cabo un diálogo diplomático de alto nivel con el régimen cubano.
"Es necesario reanudar los viajes, intercambios académicos y el comercio entre los dos países, y favorecer estas medidas podría generar confianza entre los dos gobiernos", considera McGovern.
El congresista también sugiere eliminar el veto a la compra-venta de alimentos y medicinas y reactivar los grupos de trabajo conjunto sobre temas como drogas, control de fronteras, viajes, seguridad regional, entre otros.
Sobre el tema de los derechos humanos en la isla, McGovern adopta una posición que relativiza los reclamos internacionales en derechos genéricos y considera la normalización de los viajes y del llamado "intercambio cultural" como la única manera de poder exigir contrapartidas al régimen: "Estados Unidos ha criticado durante mucho tiempo las restricciones de Cuba a los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y la libertad de asociación" --dice McGovern en su carta. "Estas son preocupaciones sobre los derechos inherentes de los ciudadanos cubanos, pero también sobre el derecho de los ciudadanos y las organizaciones estadounidenses a interactuar con sus socios cubanos, incluidos artistas, grupos religiosos, académicos y otros."
Desde hace al menos un par de décadas, McGovern (confeso admirador de Fidel Castro y miembro del Grupo de Trabajo bipartidista Cuba en la Cámara de Representantes de Estados Unidos) ha defendido la normalización de relaciones con Cuba. Ha viajado en varias ocasiones a la isla, la última hace apenas unos meses, cuando se reunió con el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel.
También ha introducido varias iniciativas para poner fin a las restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba y ha sido un crítico constante de las políticas de “mano dura” con el régimen de la isla. Considera al embargo como un “miserable fracaso” y "una reliquia de la Guerra Fría".
La reciente propuesta de Mc Govern es la otra cara de la moneda de una reciente iniciativa promovida por a representante María Elvira Salazar, republicana por la Florida, que junto a otro nueve senadores presentó en el Congreso un anteproyecto que condiciona la remoción de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo a que el régimen de Raúl Castro y Díaz-Canel cumpla ciertas demandas.
La denominada Ley Fuerza tuvo el respaldo de los legisladores de origen cubano Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y Nicole Malliotakis y Alex Mooney, así como de los congresistas Stephanie Bice, Neal Dunn, Kat Cammack y Michael Waltz.
La propuesta exige a La Habana liberar a todos sus presos políticos y permitir que las organizaciones internacionales de derechos humanos competentes investiguen las cárceles cubanas; una transición del régimen de Castro a un sistema que garantice los derechos del pueblo cubano a expresarse libremente y un compromiso para realizar elecciones libres y justas.
El congresista republicano Marco Rubio también advirtió recientemente que el presidente Biden no debería cometer el error de regresar a una política de "apaciguamiento" con Cuba y ceder ante quienes piden que use la próxima Cumbre de las Américas, a finales de 2021, para señalizar un reinicio en las relaciones con La Habana, lo que, a su juicio, sería "un error histórico".
Mientras tanto, el régimen cubano parece confiado en que el presidente Biden revertirá pronto las sanciones impuestas por Trump y reanudará una política de acercamiento, a juzgar por las recientes declaraciones de Carlos Fernández de Cossío, diplomático de Cuba a cargo de las relaciones con Estados Unidos, a la agencia Reuters.
“Lo que no hay duda es que se puede revertir todo en el corto plazo si esa fuera la voluntad del Gobierno”, aseguró el diplomático cubano.
Para Fernández de Cossío, las palabras de Biden durante la campaña presidencial insinúan que el nuevo presidente quiere reiniciar las relaciones en el punto donde quedaron durante la administración de Obama.
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