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Carta de una emigrada cubana: A mí no me paga nadie, porque la ideas no se pueden comprar

La escritora Hannah Imbert refirió que cuenta con dos trabajos para mantenerse sin recibir un centavo adicional por su forma de pensar.

Hannah Imbert y el periodista Humberto López en el noticiero. © Facebook de Hannah Imbert / Captura de Youtube
Hannah Imbert y el periodista Humberto López en el noticiero. Foto © Facebook de Hannah Imbert / Captura de Youtube

Este artículo es de hace 3 años

La escritora y productora cubana Hannah Imbert publicó el domingo un contundente texto donde aclara que, como emigrada, nadie le paga por oponerse al gobierno de la isla, algo que hace por su propia voluntad.

El mensaje va dirigido a un amigo suyo, la autora responde a las preguntas de por qué disienten los que se fueron del archipiélago y quién les daba dinero por ello, señalando que en el noticiero de la televisión cubana se dice que los opositores dentro de Cuba reciben fondos del gobierno de Estados Unidos.

“Créeme que la foto de Otalola con Trump no significa ni remotamente que el presidente le haya pagado ni un centavo. Segundo, el gobierno de este país, con todas sus oficinas, seguridad nacional, CIA, FBI, etc., están sumamente ocupados resolviendo los problemas que realmente les preocupan, los suyos, los propios, los del pueblo norteamericano, los ancianos norteamericanos, los niños norteamericanos, los universitarios norteamericanos”, dijo en la misiva publicada en Facebook.

Hannah Imbert resalta que, a simple vista, los opositores parecen contar solo con datos móviles en sus teléfonos y ni siquiera visten de manera extraordinaria, sino “normal (con lo que se resuelve, con lo que vive desde hace años el cubano)”.

“Ninguno tiene carro propio ni rentado, ninguno tiene casa propia, ninguno hace gala de comer en las paladares más caras de la ciudad, ninguno tiene un reloj Rolex ni barrigas prominentes por comer carne roja”, señaló.

“Yo, mirando desde la distancia, veo a un grupo de jóvenes flacos, casi desnutridos, bastante pobrecitos de hecho; ojerosos, cansados, tristes, con insomnio y ahora mismo, con golpes físicos y mentales, con pesadillas que nunca saldrán de su cabeza. ¿Viste a las muchachas que interrogaron desnudas? ¿Tú crees que a alguna de ellas les paga la CIA? ¿Por qué les pagaría, por ser unas artistas frente a un Ministerio de Cultura en La Habana grabando con un celular a un cerdo que se hace llamar Ministro; que es tan mal poeta como ser humano?”, dijo.

La escritora subrayó que el Gobierno cubano justificaba todas las carencias de la isla con el embargo de Estados Unidos. “Claro, la culpa de que no te puedas tomar un vaso de leche antes de dormir la tiene el presidente de los Estados Unidos”, expuso.

“Esos muchachos disidentes protestan y buscan lío porque les paga la CIA y a mí, a tus amigos que están afuera y que se pasan el día entero hablando de lo mala que está la cosa en Cuba, compartiendo las injusticias en Facebook, a los que marchan en el Versalles un domingo para que liberen a unos que metieron presos injustamente, los que trabajan todo el día para que tú entiendas que necesitas un cambio, ¿a nosotros quién nos paga?”, inquirió.

Según refirió, ella tiene dos trabajos para mantenerse. “Ojalá me pagara la CIA por ayudar a mi pueblo, por evitar que no pasaras más hambre, que la gente no se siga muriendo en los hospitales, por conseguir que haya medicamentos en las farmacias, porque mi hermano cubano pudiera tener un poco de lo que tengo yo”, aseguró.

De igual modo, expresó que se había marchado de la isla y mantenía su oposición al gobierno, pues sus malas gestiones la habían obligado a abandonar su país, sus pertenencias y amigos, al igual que su carrera, todo por no seguir con “el refrigerador vacío” y “sin café” como ahora está una gran parte de los cubanos.

“A mí no me paga nadie por hacerte esta carta, es Domingo, son las 8:49 pm y yo estoy en esto porque quiero, porque me da la gana, de gratis, porque sí”, sostuvo.

Con anterioridad, la escritora redactó una carta dirigida al científico cubano Oscar Casanella, uno de los huelguistas en la sede del Movimiento San Isidro. “Oscar, Cuba te necesita entero, Cuba se arrodilla ante hombres como tú, Cuba te levanta y te besa. Pero Cuba te necesita vivo, los mártires solo sirven para los matutinos. Si te vas, ellos habrán ganado”, le dijo.

También fue una de las firmantes de un mensaje escrito por graduados de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y del Instituto Superior de Arte, en el cual se rechazan “los llamados a la violencia promovidos por el gobierno cubano contra creadores y miembros de la sociedad civil”.

Entre la obra de Imbert, se encuentra el guion de la película ¿Por qué lloran mis amigas?, protagonizada por las actrices cubanas Edith Massola, Luis María Jiménez, Amarilys Núñez y Yasmín Gómez.

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Maykel González

Periodista de Cibercuba. Graduado de Periodismo por la Universidad de La Habana (2012). Cofundador de la revista independiente El Estornudo.


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