El artista plástico cubano, Lázaro Saavedra, compartió en sus redes sociales una singular foto que ilustra cuán extremo puede ser el concepto “maquillar una calle” en espera de una visita de un alto cargo gubernamental.
En una breve anécdota -que introdujo con la sentencia “Lo que Díaz-Canel nunca vio”- Saavedra explicó que la foto de la fachada de una casa pintada a medias adjunta fue tomada hace más de un año, a propósito de la inauguración del Centro Cultural ‘La llave’, en la que antiguamente fuera conocida como “la fábrica de pistones”.
El lugar está ubicado en el municipio Cerro, en una manzana limitada por las calles Domínguez, Mariano, San Pablo y Falgueras.
“Antes de la inauguración, a la cual asistiría Díaz Canel, empezaron a reparar las calles, con algo de albañilería a las fachadas y pintura a las casas de la manzana antedicha”, relata quien fuera Premio Nacional de Artes Plásticas en el 2014.
"Como se aprecia en la foto, la biplanta ubicada en la esquina de Mariano y San Pablo la pintaron solamente por la parte visible para Díaz- Canel, a pesar de que los que la habitaban pidieron de favor que terminaran la fachada completa", concluye.
La foto y la anécdota han generado decenas de comentarios, con definiciones como "práctica hipócrita del hombre nuevo revolucionario"; "el país fachada o detrás de la fachada"; "el paripé sistémico" o la referencia a la popular frase: "limpiar por donde ve la suegra".
Varios de los comentaristas aseguraron sentirse identificados y haber sido testigos de experiencias similares a lo largo y ancho de la geografía insular.
"Desde el 70 que yo vivía en 19 y 42 hacían lo mismo con mi edificio", comentó un internauta; "allá por el 87 en Ceiba del Agua acabaron con un naranjal cercano a la carretera...alguien iba a pasar", añadió otro.
"Todo aquí es a pedacitos convenientes, solo la cara que va a salir en la foto y así decir 'miren todo está bien'", reseñó un usuario de Facebook que recordó que para la visita del Papa arreglaron casi toda la avenida 31, en el municipio Playa, porque el Pontífice se iba a quedar en la sede de la Nunciatura Apostólica, en 12 entre 5ta y 7ma.
"Todo lo hicieron de corre, corre, pintaron algunas fachadas y el muro que esta en dicha ave desde 46 hasta 60 lo pintaron solo por la cara que da a la ave principal, aquí todo es una farsa", concluyó.
"Y Díaz-Canel que alguna vez estuvo encargado de pintar fachadas cuando su jefe visitaba Santa Clara, seguramente tuvo el cuidado de no doblar la esquina y evitar el desagradable espectáculo", sentenció en tono jocoso el escritor Enrique del Risco.
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