La identidad verdadera de una influencer japonesa, apasionada de las motos, fue revelada por una televisora de su país, al contar que se trataba de un hombre de 50 años que usaba una app con filtros para atraer seguidores en las redes sociales.
Souya no sōhi, es un motero japonés que se sentía frustrado porque quería ser famoso pero su cara de hombre cincuentón no despertaba interés en las redes. Por ello decidió usar filtros y crear una identidad femenina. En solo un mes logró triplicar sus seguidores.
En Twitter el mensaje fijado al inicio de su cuenta daba buenas señales, pero nadie parecía entender. Dice lo siguiente: "La vida es una vez, juega a este mundo".
El engaño marchaba sobre ruedas, nunca mejor dicho, pero los problemas aparecieron cuando alguien notó un error en la edición de ciertas imágenes. El reflejo de los espejos retrovisores, de una foto tomada en un coche, no se correspondía con la imagen de la preciosa mujer que publicaba sus aventuras de viajera y atraía seguidores por doquier.
La usuaria de la cuenta @azusagakuyuki era aclamada por el público, pero también comenzó a ser intrigante su verdadera identidad. El programa Monday Late Show de la televisión japonesa se propuso llegar al fondo del asunto y desenmascararla. Pero la sorpresa fue más allá de lo que imaginaban, dieron un un hombre de rostro asiático, pero curtido y sumamente varonil.
Souya no sōhi reside en la prefectura de Ibaraki y confesó que usaba una app de su móvil para transformar su rostro en el de una mujer bella y sensual. No se trata de un caso aislado, pues se han reportado miles de influencers en el mundo que lo hacen, especialmente en Asia.
Más allá de lo sorpresiva y divertida que puede resultar la noticia, vale destacar lo propicia que es para debatir sobre multiplicidad de aspectos que afectan a las personas en el uso de las redes sociales. Podríamos tratar desde cuestiones estéticas, lecturas de género, robo de identidad, hasta aspectos éticos en el uso de la tecnología.
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