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Nuevo obispo auxiliar de Holguín confirma descubanización Iglesia Católica

La Conferencia Episcopal ha asumido la postura de un dejar hacer a sacerdotes de base, que siguen poniendo el grito en el Vaticano ante el incremento de la pobreza, desigualdad y represión en Cuba, como José Conrado Rodríguez Alegre (Trinidad), Alberto Reyes Pías (Guáimaro),  Castor Álvarez Devesa (Camagüey) y Roque Nelvis Morales Fonseca (Holguín), Jorge Luis Pérez Soto o el fallecido jesuíta Jorge Cela Carvajal (ambos en La Habana).

Marcos Pirán, nuevo obispo auxiliar de Holguín © Cáritas Holguín
Marcos Pirán, nuevo obispo auxiliar de Holguín Foto © Cáritas Holguín

Este artículo es de hace 3 años

El reciente nombramiento del sacerdote argentino Marcos Pirán Gómez como obispo auxiliar de Holguín confirma la creciente desnacionalización y escasez de vocaciones que padece la Iglesia Católica en Cuba, donde abundan sacerdotes extranjeros, principalmente colombianos; mientras protestantes, evangélicos, otras denominaciones y Testigos de Jehová siguen creciendo.

Pirán Gómez, que es considerado "un buen pastor" por feligreses y la cúpula católica, es el segundo obispo que nombra el Papa en Cuba, donde el español Domingo Oropesa Lorente, es la máxima autoridad eclesial en Cienfuegos, desde julio de 2007.

El nuevo obispo auxiliar de Holguín, nombrado por el Papa Francisco a propuesta de la Conferencia Espiscopal cubana, nació en 1961 en Argentina, y vive en el oriente de la isla, desde hace 21 años, durante los que ha servido en las parroquias de Maisí y en la holguinera de San José, hasta 2020, cuando fue ascendido a vicario para la Pastoral del Vicariato en esa nororiental provincia cubana.

En 2007, alertó contra la apatía de los cubanos, en una entrevista con 14 y Medio, con motivo de la visita del Papa Francisco, en la que advirtió que "cuando una persona deja de reaccionar ante lo que no está bien o ante algo que le parece que es incorrecto, es preocupante porque es una actitud de desinterés o apatía".

La falta de jóvenes con vocación religiosa viene de lejos en Cuba, como consecuencia de la embestida del castrismo contra los católicos y por errores de la jerarquía católica, que sigue parcialmente presa del temor infundado de volver a la situación de los años 60-70-80 del siglo XX, cuando los templos se vaciaron porque cree en Dios era un handicap notable para estudiar en la universidad y acceder a un buen trabajo, entre otros inconvenientes.

La partición de los estudios para cura en tres provincias diferentes, La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba, tras el desmantelamiento del seminario de San Carlos y San Ambrosio, también contribuyó a la falta de relevo generacional en la iglesia cubana, cuya cúpula se comporta como una nomenklatura paralela a la casta verde oliva y enguayaberada, manteniendo tacticismo prudente a cambio de ser la mayor gestora de colegios y centros asistenciales privados en Cuba, y otras ventajas materiales.

La Conferencia Episcopal ha asumido la postura de un dejar hacer a sacerdotes de base, que siguen poniendo el grito en el Vaticano ante el incremento de la pobreza, desigualdad y represión en Cuba, como José Conrado Rodríguez Alegre (Trinidad), Alberto Reyes Pías (Guáimaro), Castor Álvarez Devesa (Camagüey) y Roque Nelvis Morales Fonseca (Holguín), Jorge Luis Pérez Soto o el fallecido jesuíta Jorge Cela Carvajal (ambos en La Habana).

Quizá la Iglesia cubana no se haya percatado de que los tiempos de tacticismos, que les han permitido hacerse con la mayor cartera de colegios y centros asistenciales privados en Cuba, ya pasó y que la nación está urgida de un discurso claro de la cúpula, aún cuando siga creyendo que la política es asunto de laicos, con los que luego se enfadan; y que ellos están para tramitar únicamente los asuntos del Altísimo y la convicción de superioridad moral que confiere la certeza de que la milenaria institución siempre existirá.

El Padre José Conrado reaccionó contra la dejación de los feligreses: Para la mayoría de mis feligreses venir a misa el domingo es un favor que le hacen a Dios. Pero, !con qué facilidad dejan plantado al Altísimo! ¡Nada se diga cuando están de por medio los negocios! Trinidad, ciudad eminentemente turística, con cerca de 2.000 familias que alquilan para el turismo, está llena de estos esclavos voluntarios del "turista-Dios". "Tuve que ponerle el desayuno a mis turistas" es una excusa que oigo más de lo que yo quisiera cuando las personas han faltado el domingo a la misa.

Evangélicos, bautistas, pentecostales y otras congregaciones religiosas plantaron semillas durante años en Cuba, alejados del ruido de sables de cardenales y caravanas de pastores por la paz; y ahora recogen los frutos de una labor casi anónima, sufriendo represiones y encarcelamientos; mientras jefes religiosos de variado signo pasilleaban por el Consejo de Estado y la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del totalitario partido comunista, pidiendo la bendición.

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Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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