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Actriz cubana denuncia escasez de medicamentos y malos tratos en hospital de Matanzas: Quiero a mi padre vivo

Hay escasez de medicamentos y unen a los pacientes sospechosos y negativos al coronavirus.

La actriz cubana Lynn Cruz © Facebook / Lynn Cruz
La actriz cubana Lynn Cruz Foto © Facebook / Lynn Cruz

Este artículo es de hace 3 años

La actriz cubana Lynn Cruz denunció malos tratos y escasez de medicamentos en el Hospital Faustino Pérez de Matanzas, donde su padre se encuentra ingresado debido a una neumonía.

El anciano, de 81 años, ha estado en contacto con sospechos de la COVID-19 porque en el centro mezclan a los pacientes. Asimismo refirió que la hospitalización de su padre se había convertido en un problema burocrático que está poniendo en riesgo su vida.

"Como en el filme Clandestinos de Fernando Pérez voy a GRITAR: QUIERO A Mi PADRE VIVO", compartió la actriz en un post publicado en su Facebook.

Los hechos narrados por Lyn Cruz:

El padre de Lynn se contagió de una gripe contraída por su madre y que se le ha complicado, derivando en neumonía. Según cuenta su hija, sus padres son mayores y no salen de casa. En el barrio de Matanzas donde viven tampoco se ha detectado ningún foco de coronavirus.

Salvo un test rápido que le hicieron al llegar al hospital y que dio positivo, el padre de la actriz ha dado negativo en la prueba PCR que se le hizo posteriormente. Sin embargo, el protocolo médico en estos casos no permite que el paciente regrese a su domicilio y sea atendido allí, sino que queda ingresado en aislamiento, pero en contacto con otros pacientes sospechosos.

“Él está ingresado por un problema burocrático, repito, porque el test rápido dio positivo a causa de la infección que le provocó la neumonía en que derivó la gripe, cosa por otro lado común en los diabéticos”, insistió Cruz. “Bastaba con levantar un teléfono y llamar a la enfermera que lo ha atendido durante las pesquisas para comprobar que él no ha sido contacto de ningún positivo”.

La rigidez y falta de lógica del protocolo, según Cruz, podrían ser causas de un posible contagio de su padre, al estar en contacto con sospechosos de COVID-19. En caso de que ello sucediera, su hija señala a los responsables de su diseño e implementación, y les hace cargo de la evolución de su padre.

“Las doctoras, como militares, cumplen órdenes, porque las consecuencias deben ser duras para ellas. Por la manera en que reaccionaban pude inferirlo. Allí no se estaba cuestionando la vida del paciente, sino que él ya estaba en el sistema por un test rápido positivo. Entonces… responsabilizo al protocolo de coronavirus cubano [con lo que pueda pasar]”, avisó.

Además de ello, la actriz expuso otras tantas deficiencias del sistema de salud, como la falta de medicamentos y la deshumanización de algunos profesionales en el centro. Entre los medicamentos que necesita y no le están suministrando a su padre en el hospital, Cruz mencionó la Furosemida.

“¿Por qué la administración del Hospital Faustino Pérez no gestiona el medicamento a través de los almacenes del Policlínico Playa?”, preguntó la actriz, a la que le habían informado que el medicamento faltante en ese hospital estaba en el stock del mencionado policlínico. Otro de los medicamentos faltantes y por el que “la gente mata” es el Rocefin. Por suerte, la actriz tenía unas ámpulas que pudo darle a los médicos para que se las administren a su padre.

Sin embargo, el hecho de no poder tener compañía, le hace temer a Lynn lo que pudiera pasar con la administración de los medicamentos. “Según escuché en la mañana, ningún paciente de la sala del Cuerpo de Guardia estaba recibiendo Rocefin aunque lo necesitara. Como no tenemos ahora acceso a mi papá, dependemos de que su tratamiento -que nosotros conseguimos por nuestros medios- sea bien administrado por personas a las que no conozco”.

Por otra parte, la actriz denunció que a su padre no le habían dado almuerzo en el Cuerpo de Guardia. “Mi mamá tuvo que comprarle comida”, afirmó. También se quejó del trato recibido por parte del camillero que lo trasladó. “El camillero quería que mi papá se subiera solo a la camilla, una persona que tiene problemas de locomoción”.

Asimismo, compartió un rumor que llegó a oídos de su madre: “Mi mamá también escuchó rumores de que a los ancianos no les dan la comida, tal vez porque al estar en salas de aislamiento por sospechas de Covid les cogen miedo. Imagínense si él, que es diabético, no está bien alimentado, ni le dan las meforminas (las 3 que le tocan) lo que le va a pasar”.

“Mi demanda es que mañana, o cuando llegue el resultado del PCR, poder llevarme a mi casa a mi padre y continuar tratándolo allá con la ayuda de una enfermera amiga, ya que él tiene canalizada su vena para recibir el Rocefin y la prescripción médica de los especialistas. Y que me garanticen el Furosemide, que me aseguraron se encuentra en los almacenes del Policlínico Playa”, expuso la actriz.

Por último, Cruz habló de la preocupación legal que se añade a la situación de su padre. “Si me llevaba a mi padre bajo mi responsabilidad, que es lo que intenté hacer a causa de mi inconformidad con una atención médica incompleta (los médicos no son los responsables sino la administración y el gobierno de este país), no sólo le pondrían una multa de 2000 pesos a mi padre sino que invalidarían el resultado negativo del PCR que le hicieron”.

“Entonces, además de la multa, sería un perseguido con 81 años, sin apenas poder caminar, por el delito de ‘propagación de pandemia’. ¿Cómo estoy? Imagínense, con todos los temores de que mi padre no salga vivo a causa de todo este descalabro. Es una sensación horrible”.

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