La mujer que murió baleada el martes por la policía, durante un desalojo en Brickell, Miami, llevaba un año ocupando un apartamento en el distrito sin cumplir contrato de arrendamiento.
Una fuente familiarizada con la administración del edificio comentó a Local 10 News que la mujer, de 40 años, había ido a una fiesta en el piso superior de Brickell First Apartments (110 SW 12th St.), mientras otros inquilinos vivían ahí, y nunca abandonó el inmueble.
Los inquilinos anteriores del apartamento partieron al comienzo de la pandemia de COVID-19, pero la mujer, cuya identidad no ha sido revelada aún por las autoridades, se negó a marcharse. En consecuencia, la policía fue llamada al inmueble varias veces y el edificio presentó una orden de posesión para expulsarla.
Un grupo de trabajo especial, dirigido por la policía de Miami-Dade, acudió el martes al apartamento. Evacuaron el piso y cerraron los ascensores antes de llamar a su puerta, porque los oficiales sospechaban que sería inusualmente peligrosa la operación.
La mujer se negó a abrir la puerta y el equipo ordenó el ingreso, entonces presuntamente la sospechosa disparó. Los oficiales respondieron al fuego, abatiendo a la mujer a tiros. Luego fue trasladada de urgencia al Ryder Trauma Center, donde fue declarada muerta. Ningún policía resultó herido en el incidente.
Algunos vecinos del edificio declararon al citado medio que la mujer los había amenazado antes con un arma de fuego. Las autoridades de Miami-Dade diseñaron una moratoria sobre los desalojos para proteger a las personas que no podían pagar debido a la pandemia, pero la mujer no estaba incluida entre los afectados.
“Creamos el grupo de trabajo para la gran cantidad de desalojos que están ocurriendo en este momento”, dijo el martes el director de la policía del condado de Miami-Dade, Freddy Ramírez.
“Para quienes están en estas residencias, es una situación muy delicada, una situación muy peligrosa para mis oficiales. Tomamos todas las precauciones adecuadas para garantizar la seguridad, pero desafortunadamente, este es uno de los escenarios que siempre nos preocupan”, agregó.
Ramírez aseguró que los oficiales estaban “preparados y entrenados”. “Es solo un resultado desafortunado, pero ella le disparó a uno de mis oficiales”, explicó. “Se acercaron a la puerta, hicieron contacto con ella, entraron y ella disparó un arma de fuego”, dijo Ramírez.
“Estoy muy agradecido de que mis oficiales estén bien y ningún miembro de la comunidad resultó herido debido a las acciones de esta persona”, declaró. El Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida, que se ocupa de casos similares, continúa investigando los hechos.
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