Anoche, en Tropicana Field, el gran Aroldis Chapman se llevó su trigésimo séptima victoria en Grandes Ligas en el éxito de Yanquis sobre Rays, y lo hizo con un nuevo escón de ponches, su tercero en tres salidas durante la presente temporada.
Es decir, todos los outs que ha sacado este año han sido por la vía del cafecito. De 9-9. Algo que nunca había conseguido en 11 cursos ligamayoristas anteriores, pues su mejor arranque en tal sentido data de 2014 y era de 9-7.
¿Cómo ha sido la historia? El holguinero comenzó el 5 de abril liquidando a Ryan Mountcastle, Maikel Franco y Pat Valaika, de los Orioles, y par de días más tarde volvió a ensañarse con tres hombres de Baltimore (Cedric Mullins, Trey Mancini y Anthony Santander).
Por último, ayer le hizo la gracia a Brandon Lowe, Willy Adames y Kevin Padlo, de Tampa.
La verdad, impresiona. El taponero de los Mulos solo ha perdonado a dos contrarios (a uno le dio la base y el otro le conectó imparable) y acumula 48 envíos, 34 de ellos en strike (71 por ciento).
Del total de lanzamientos, 25 han sido rectas de cuatro costuras (11 alcanzaron los tres dígitos), y el resto lo integraron 14 sliders, 3 sinkers y 6 splitters, un recurso que ha añadido con plena eficacia a su repertorio y hasta hoy solamente ha tirado en dos strikes.
En 12 años y 550.1 innings de brega, el zurdo ha propinado 914 ponchetes, a razón de 14.9 por juego completo.
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