El Gobierno cubano reconoció un déficit en la producción del detergente líquido que vende a través de la canasta familiar normada (libreta de abastecimiento).
De acuerdo con Guido Acosta González, vicepresidente del Grupo Comercializador de Productos Industriales y de Servicios del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), el déficit es del 75.5 por ciento del total que se necesita para satisfacer la demanda del país, señaló Granma.
"La producción de detergente líquido está en el entorno de las 1,000 toneladas al mes, aunque la necesidad de este rubro es de 4,078 toneladas", refiere la publicación.
El funcionario informó que la producción del resto de los artículos de aseo que se surten por este medio –jabón de lavar, jabón de tocador y crema dental– está garantizada para los meses venideros y existe una política de distribución por composición de núcleo.
Los artículos de aseo de la canasta familiar normada llegan a las 12.669 bodegas del país, subrayó.
A los niños de cero a 11 meses y 29 días se les garantizan dos unidades de jabón de lavar cada mes, mientras que a las familias se le vende un jabón de lavar y dos de tocador al mes mensual, y una la crema dental cada dos meses. Las cifras pueden varias según disponibilidad, y cantidad de habitantes por núcleo familiar, precisó el rotativo.
En cambio, del detergente líquido se vende un litro por núcleo cada tres meses solo en La Habana, mientras que en el resto de las provincias solo se comercializa atendiendo a la situación epidemiológica, "donde decida el Consejo de Defensa que está la necesidad puntual, y según la disponibilidad del producto".
Esa distribución funciona desde el pasado año, cuando las autoridades de La Habana anunciaron que a partir de octubre de 2020 los artículos de aseo como el jabón de baño y el de lavar, que en septiembre se distribuyeron por persona debido a la emergencia epidemiológica, volverían a ofertarse por núcleo familiar.
La medida suponía una reducción considerable para la población, en medio del desabastecimiento de productos en las tiendas en divisas y los mercados industriales, y en un momento en que la epidemia de coronavirus y las altas temperaturas demandaban extremas medidas de higiene.
Además, los escasos productos que venden en las bodegas cubanas subieron 10 veces su precio desde el pasado 1 de enero, con el inicio de la implementación de la llamada Tarea Ordenamiento en la isla.
La Ministra de Comercio Interior (MINCIN) de Cuba, Betsy Díaz Velázquez, dijo entonces que la canasta familiar tendrá un nuevo costo total de 180 pesos (CUP), en comparación con los 18 pesos que costaba antes.
Esa medida económica subió los precios de estos productos al eliminar los subsidios que antes existían para la población.
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